Sábado 14 de septiembre de 2013, p. 26
Atenas. La austeridad en Grecia ha costado a los trabajadores del sector público un privilegio del que gozaron más de dos décadas: seis días extra de vacaciones pagadas al año por usar computadora. Rescatado en dos ocasiones por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, el país decidió cancelar beneficios extraños
para reducir el gasto del Estado y reformar un sector público considerado despilfarrador e ineficaz, compuesto por 600 mil empleados. Entre los privilegios ya suprimidos se encuentran también una prima por asistir a trabajar y una regulación que permitía a las hijas solteras recibir la pensión de su padre cuando éste fallecía. En tiempos de crisis, no podemos mantener privilegios anacrónicos
, indicó Kyriakos Mitsotakis, ministro para la Reforma de la Administración.