Con superioridad marcada en la ofensiva, que no encontró oposición, Pumas CU superó 48-14 a los Burros Blancos del IPN, en la segunda semana del torneo de los Ocho Grandes, el clásico antiguo del futbol americano estudiantil que se desarrolló sin contratiempos en el estadio Olímpico Universitario.

Los guelums y los La se escuchaban disminuidos entre aficionados somnolientos, en parte por la llovizna que enfrió las tribunas, y también por el ritmo del encuentro.

Sin embargo, el entusiasmo no decayó desde la primera anotación, en el cuarto inicial, con una carrera de cuatro yardas de Pablo Castro, quien abrió la pizarra 7-0 para los locales, que enseguida neutralizaron el intento de los guindas.

En el segundo periodo la cuenta creció, resultado de un buen trabajo por tierra, con una carrera de Alberto Frías, un acarreo de Irving Alamilla y un pase del mariscal Bruno Márquez, de 29 yardas, a Mario Sánchez, para el 28-0.

Todo apuntaba a una masacre, pero poco antes del descanso Marco García, en los controles de los Burros, conectó un pase de 24 yardas con Gustavo Ramos, para hacerse presentes en el marcador 28-7.

La fuerza felina creció en el tercer cuarto con una intercepción de Alan Rosado, quien logró un regreso de 47 yardas hasta la anotación (35-7). Luego se produjo una reacción de los politécnicos, otro pase de García, de 16 yardas, a García para anotación (35-14), y Pumas se fue 38-14 con gol de campo conseguido por Alan Paoli, tras 47 yardas.

Pedro Ledezma (38), del IPN, detiene el avance de Heriberto Salazar, de Pumas CUFoto María Luisa Severiano

El equipo universitario cerró el juego con otra carrera de Frías y otro gol de campo de Paoli, de 20 yardas.

En la celebración de la victoria, con la que Pumas se afianzó como líder, el entrenador en jefe, Raúl Rivera, reconoció el efecto que tuvo la labor del estadunidense Hal Mumme, creador del sistema air raid (bombardeo aéreo), quien impartió una clínica al equipo auriazul.

“No tengo empacho en decir que aprendimos mucho del coach Mumme. Lo que nos vino a mostrar en la clínica se ha reflejado en estos dos partidos. Respetamos a los rivales, nos preparamos igual toda la semana, porque nuestro objetivo es ganar”, señaló Rivera.

Destacó que a pesar de que su equipo falló en algunas zonas de gol y la cuenta pudo ser más abultada, es el clásico con mayor diferencia en estos seis años y me atrevo a decir que uno de los de mayor puntaje en toda la historia. Estamos contentos por eso.

Al entrenador politécnico, Ernesto Alfaro, no le quedó más que reconocer la derrota: Perder así siempre es doloroso, más si el resultado es ante el rival tradicional, pero los muchachos tienen que levantarse. Este lunes habrá una revisión a profundidad de lo que hicimos y no, para corregirlo de cara a los siguientes juegos.