Acapulco, Gro., 18 de septiembre

Al menos 15 personas murieron al desgajarse un cerro que sepultó gran parte de la comunidad La Pintada, municipio de Atoyac de Álvarez, informó el alcalde Ediberto Tabarez, quien apuntó que la situación es muy crítica porque quedaron enterradas unas 20 casas en las que vivían unos 70 de 600 pobladores. Las viviendas quedaron bajo toneladas de barro, lodo y árboles.

El gran deslave ocurrió la tarde del lunes, cuando los torrenciales aguaceros generados por la tormenta tropical Manuel habían reblandecido el terreno, pero Tabarez apenas hizo público el caso; los lugareños tuvieron que caminar durante varias horas para llegar a la cabecera municipal y pedir ayuda. Las labores de rescate se iniciaron este miércoles.

En entrevistas telefónicas con diversos medios de comunicación, el munícipe explicó que por tierra es prácticamente imposible llegar a esa población –ubicada 70 kilómetros al oeste de Acapulco– debido a que cinco kilómetros antes de la misma el camino está totalmente destruido. Las autoridades instalaron un puente aéreo para trasladar a los heridos.

El alcalde hizo un urgente llamado a las autoridades para que apoyen con helicópteros el rescate de los sobrevivientes.

Aseguró que el desbordamiento de los ríos Bálsamo, El Paraíso, La Pintada y Pie de la Cuesta, entre otros, dejó varios poblados incomunicados, entre ellos La Pintada y Las Funciones.

Durante una conferencia de prensa ofrecida por la noche en Acapulco, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que ya son 334 las personas rescatadas de Atoyac, las cuales fueron llevadas a la base naval del puerto, una de ellas gravemente herida.

Agregó que en la comunidad permanecen 45 lugareños, resguardados por policías federales. Es muy complejo, van a ser muy difíciles las labores; en el momento en que el clima permita aterrizar en el lugar se iniciarán los trabajos.

Describió que el alud arrasó con la iglesia y cubrió un número considerable de casas, algunas de dos pisos. Alertó sobre el riesgo de un nuevo deslave, dado que continúan los escurrimientos de las partes altas y hay un río que divide la comunidad.

El gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien participó en la misma conferencia de prensa, lamentó lo sucedido en Atoyac de Álvarez. Recalcó que todos los municipios de Guerrero tienen prioridad, y que si no han sido atendidos es porque las condiciones climatológicas no lo permiten. Apuntó que hay 58 desaparecidos, principalmente niños, mujeres y personas de la tercera edad.

Algunos sobrevivientes de la tragedia narraron a la agencia Afp que el alud ocurrió cuando muchos habitantes celebraban una comida por el feriado de la Independencia, y que hasta el martes no pudieron comunicarse por radio para pedir ayuda.

Se perdió la escuela, el kínder, la iglesia; todo se lo llevó el deslave, relató Ana Clara Catalán, de 17 años, en un centro de convenciones habilitado como refugio al que han llegado 45 habitantes de La Pintada, en su mayoría niños. Salimos corriendo, tronó bien feo, peor que una bomba, recuerda.

Con información de Afp, Reuters y Xinhua