La cabeza de la senadora Mónica Arriola Gordillo está en la guillotina. La secretaria general del Partido Nueva Alianza (Panal) está a punto de ser defenestrada de ese cargo. Este sábado, un consejo político nacional extraordinario, convocado por el presidente partidista, Luis Castro Obregón, pondrá a discusión la permanencia de la hija de Elba Esther Gordillo.

El llamado a ese acto estatutario, que se realizará en el centro vacacional Metepec, Puebla, no fue firmado por Arriola Gordillo, a pesar de que es norma que el titular de la secretaría general del partido lo signe. Aunque el orden del día para el encuentro no señala ningún punto al respecto, el tema puede proponerse y ser discutido y votado.

La decisión de echar del puesto a la hija de la maestra y de Francisco Arriola, el hombre de los dineros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fue del secretario general del organismo gremial, Juan Díaz de la Torre, quien tiene el control de la mayoría de los consejeros del Panal.

Renuncia o te renunciamos

Luis Castro, presidente del partido, quien llegó al cargo por el apoyo de Mónica Arriola y durante los gobiernos federales panistas trabajó de corresponsal de la agencia Notimex en Europa y fue delegado en España del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, se allanó a la voluntad del líder magisterial.

Renuncia o te renunciamos, le habría dicho Luis Castro a la secretaria general, según fuentes allegadas a ella.

Arriola explotó y lo acusó de traición. Le recordó que él ocupaba ese puesto gracias al apoyo que ella le brindó. Agregó que ella había acordado otra cosa con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong –su amigo–, y que hablaría con él. Y le advirtió que tenía la mayoría de los consejeros de su lado.

Luis Castro le respondió que ella no entendía la situación. Que él le ofrecía la renuncia porque tenía un acuerdo con Juan Díaz y la medida estaba consensuada con el gobierno.

Gastos cargados al partido

Le advirtió que, de no hacerlo, daría a conocer que ella vivía, con sus tres hijos, desde el 26 de febrero en una lujosa habitación del hotel Plaza Suites de la ciudad de México, y que los gastos, de entre 400 mil y 600 mil pesos mensuales, eran cargados al partido.

Cuando Mónica Arriola trató de comunicarse telefónicamente con Díaz de la Torre, el líder del SNTE no le tomó la llamada. Un auxiliar le respondió que cualquier asunto que quisiera tratar con él lo viera con el presidente del partido.

Luis Castro asumió la presidencia del Panal en sustitución de Jorge Kahwagi, quien contaba con el apoyo de Fernando González, poderoso yerno de Elba Esther Gordillo. El ex subsecretario de Educación se negaba a que el junior fuera removido de su cargo. Cuando fue imposible seguirlo sosteniendo, apostó por encumbrar a un intelectual que se desempeñaba en tareas educativas del sindicato.

Sin embargo, Mónica Arriola le ganó la partida, y colocó al frente del instituto político a Luis Castro. Ambos asumieron la dirigencia nacional del partido para el periodo 2011-2014.

El nombramiento de Juan Díaz de la Torre, primero de secretario general del SNTE y después como su presidente, también fue impulsado y bendecido por la hoy senadora. La relación entre ambos, hasta la caída en desgracia de la maestra, fue muy estrecha. Arriola Gordillo fue madrina de bautizo de su nieta, hija de Juan Óscar Díaz Medina, quien, a su vez, fue el primer presidente de Nueva Alianza en Jalisco en 2005.

El Consejo Nacional es la autoridad máxima de Nueva Alianza entre cada convención del partido. Está formado por 300 miembros, la mayoría de los cuales pertenecen al SNTE.

La hija de la maestra ha sido coordinadora general de las campañas del Panal, además de ocupar el primer lugar en la lista de candidatos plurinominales, como ocurrió para el Senado. Hoy, sus días al frente del partido están contados.