Piden detectar problemas de conducta; la violencia, factor de riesgo
Jueves 26 de septiembre de 2013, p. 33
Debido a entornos desfavorables, las enfermedades mentales y emocionales han aumentado notablemente en niños y adolescentes, advirtieron María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, y Francisco de la Peña Olvera, investigador de dicha institución, quienes destacaron que las afecciones que más repunte han tenido en este sector en años recientes son la depresión y la ansiedad.
En conferencia de prensa, en la que se anunció la entrega del Premio a la Investigación Manuel Camelo a de la Peña Olvera, Medina Mora precisó que los males siquiátricos en niños y adolescentes de entre 12 y 17 años han aumentado aproximadamente 50 por ciento en relación con generaciones anteriores. Precisó que, por ejemplo, un factor de riesgo importante es la exposición a la violencia, tanto directa como la que ocurre a escala mundial.
Estudios de trayectoria indican que las actuales generaciones reportan más síntomas de enfermedad mental que las previas, pero sabemos que también puede haber algo de sesgo de reporte (por olvido), pero sí creció más de la mitad
, comentó. Asimismo, advirtió que los suicidios y los intentos de suicidio en este sector se han elevado.
Añadió que vivir en ambientes de miedo
ligado a vulnerabilidades añadidas
han elevado la ansiedad y depresión en niños y adolescentes. Advirtió que la enfermedad mental temprana no sólo impide el desarrollo adecuado de los menores, sino que aumenta el riesgo de caer en el consumo de drogas, y una vez en eso aumenta la dependencia a estas sustancias.
De la Peña, quien hace 16 años fundó en el Instituto Nacional de Psiquiatría una clínica en la que realiza trabajo de investigación y forma recursos humanos especialistas en siquiatría infantil y de adolescentes, comentó que en dicha instancia han creado modelos de atención para aplicarse fuera del instituto, por ejemplo en las secundarias. En tal sentido, indicó que se elaboró un documento para profesores de secundaria denominado El ABC del adolescente, en el cual se dan directrices para identificar tipos de enfermedades mentales, muchas de las cuales comienzan justamente en la infancia y la adolescencia.
Ambos remarcaron la importancia de detectar esos problemas de forma temprana e identificar los problemas de conducta que son síntomas de alerta, porque en muchas ocasiones los adultos confunden problemas mentales
con actitudes que se consideran propias de la edad, y no piensan en la existencia de un trastorno.
Se sabe que 50 por ciento de las afectaciones mentales en México se inician antes de los 21 años, y de 10 a 16 por ciento de éstas requieren atención médica.