Santiago, 26 de septiembre.

El gobierno chileno de Sebasián Piñera confirmó este jueves el cierre de la conocida cárcel de lujo para militares, el Penal Cordillera en la comuna de Peñalolén, donde se alojan diez ex uniformados acusados de graves violaciones a los derechos humanos durante la pasada dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los diez ex militares encarcelados, entre los que se encuentra el ex general Manuel Contreras, serán trasladados a un reclusorio segregado pero menos ofensivo, el centro penitenciario Punta Peuco. La decisión fue adoptada luego que se revelaran nuevos informes que constataron los lujos y beneficios de que gozan los militares en retiro que allí cumplen sus condenas.

El presidente Piñera basó su decisión en la igualdad ante la ley, la seguridad de los internos y el aportar a un trabajo más eficiente de Gendarmería, institución que estará a cargo del traslado en el momento oportuno. Dijo que de esta forma estamos satisfaciendo esos tres principios, que son principios que deben regir en todos los actos y acciones del gobierno.

Piñera explicó la disponibilidad de espacio para recibir a los nuevos internos en Punta Peuco. Recalcó que por supuesto que el gobierno al adoptar esta decisión ha tomado en cuenta las disponibilidades y las capacidades del Centro Penitenciario Punta Peuco, porque ese centro tiene todas las facilidades y todas las capacidades para recibir a los diez reclusos o internos del penal Cordillera.

El cierre lo precipitó una entrevista que dio el ex general Contreras, al insistir en que no hubo desaparecidos y otras absurdas mentiras sobre la represión pinochetista, de la que fue parte como jefe de la entonces Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y entre cuyos casos se cuentan los asesinatos del militar constitucionalista Carlos Prats y Orlando Letelier.