Cómo medir la pobreza desde un gobierno nacional en América Latina
Reflexiones sobre lo que se debería buscar y lo que se debe evitar
uponga, lector/a que es usted designado/a en un país de América Latina (AL) como la persona encargada de la política de lucha contra la pobreza y que, en tal país, existe consenso en que las mediciones existentes de pobreza (que sólo miden la pobreza de ingresos; es decir, que sólo identifican como pobres a los hogares/personas cuyo ingreso es menor a un cierto nivel de ingreso denominado línea de pobreza, LP) son inadecuadas. Se le plantea entonces cómo identificar, desde un gobierno nacional, la mejor manera de medir la pobreza en dicho país. Lo que sigue son reflexiones iniciales para enfrentar tal tarea. Así como un navegante necesita conocer con precisión su ubicación en el océano o en el espacio aéreo para así ser capaz de trazar la ruta a su destino deseado, el primer requisito de una política orientada a superar la pobreza debe ser identificar con la mayor precisión posible dónde se encuentra el país en materia de pobreza. Para ello es necesario evitar lo que se señala adelante y reconocer todas las carencias, todas las violaciones a los derechos humanos, aunque no se puedan atender de inmediato todas ni eliminarlas en pocos años. El camino que lleva a un destino lejano, igual que el que lleva a uno cercano, empiezan en el mismo lugar: donde estamos ahora.
Veamos algunas cuestiones que deben evitarse: A) Evitar lo que Sen llamó la definición de política de las carencias humanas: sólo reconocer como carencias aquellas que creemos se pueden atender (directa o indirectamente) desde el gobierno ahora. Esto supone negar la existencia de las demás carencias. En todo el mundo se presenta la tendencia gubernamental (y de los organismos internacionales) a definir niveles de pobreza políticamente aceptables, lo que siempre supone su minimización. Pero como dijo Sen, la pobreza inescapable sigue siendo pobreza. B) Evitar usar sólo indicadores directos de insatisfacción (lo que en AL llamamos Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI), que suelen mantener fijos los umbrales en el tiempo y que, por su carácter de acervos (los acervos son lo opuesto a los flujos: por ejemplo, el nivel educativo de la población es un acervo, el nivel de ingresos es un flujo), son muy poco sensibles a las crisis económicas, con la consecuencia de que evolucionan a la baja casi inevitablemente. Un buen ejemplo de ello es la evolución de la pobreza por NBI y su contraste agudo con la de ingresos durante la dictadura militar en Chile, tal como lo muestran E. Ortega y E. Tironi en La pobreza en Chile, Centro de Estudios del Desarrollo, Santiago de Chile, 1988. En la gráfica se muestra que algo similar (pero no tan contrastante) ocurrió en México entre 1992 y 2012 entre las dimensiones de NBI y de ingresos del MMIP (Método de Medición Integrada de la Pobreza) donde es clara la tendencia de la pobreza por NBI a bajar pero no es así con la de ingresos, que es mucho más sensible a las crisis económicas.
C) Evitar que el método, las dimensiones e indicadores incluidos (u omitidos), y los umbrales adoptados sean, en sí mismos, violatorios de los derechos humanos, lo que puede ocurrir cuando: 1. Se usa el criterio intersección como ocurre en el MMOP (Método de Medición Oficial de la Pobreza) del Coneval, que no considera pobres a los que sólo lo son por NBI o sólo lo son por LP, con lo cual viola (por ejemplo) el derecho
1 “[…] la medida está basada en una dicotomía que asigna un valor 1 a todas las personas por debajo del umbral y 0 a aquellas que lo alcanzan [o rebasan habría que añadir]. Por supuesto esto conlleva una gran pérdida de potencial de información […] En particular, el método de identificación considera que es pobre toda persona que sufre privaciones en una cantidad suficiente de dimensiones, aun si la intensidad de la pobreza en cada dimensión es muy pequeña, mientras que una persona que padece de carencias severas en unas pocas dimensiones puede no ser identificada como pobre. Esta falta de compensación en la etapa de identificación es una parte central de la metodología” (James Foster Informe sobre la Medición Multidimensional de la Pobreza
en Julio Boltvinik, et al. Medición Multidimensional de la Pobreza en México, Coneval-El Colegio de México, 2010. p.359.