De los costos, más de la mitad los absorben los enfermos, afirma investigador
Controles médicos deficientes derivan en discapacidad permanente: Armando Arredondo
Señala el especialista del Instituto Nacional de Salud Pública fallas en el sistema de sanidad
Domingo 29 de septiembre de 2013, p. 29
Puerto Vallarta, Jal., 28 de septiembre.
México invierte alrededor de 13 mil 500 millones de dólares en la atención de enfermos de diabetes e hipertensión arterial. Esto representa 26 por ciento del gasto total en salud. Más de la mitad de esa cifra es aportada por pacientes y sus familias, en una tendencia que se ha mantenido sin cambios en los cinco años pasados y evidencia las fallas del sistema nacional de salud, aseguró Armando Arredondo, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública.
Debido al deficiente control clínico de estos padecimientos, poco menos de la mitad del gasto total –6 mil 323 millones de dólares– se origina por la discapacidad permanente en que pueden caer los afectados. Además, apuntó, la prevalencia sigue en aumento.
De mantenerse esta situación, no habrá recursos que alcancen para atender las necesidades de los pacientes. Según los resultados de una investigación del especialista, entre los costos directos de estos males, 38 por ciento se destina a comprar medicinas y 33 por ciento representa el costo de las complicaciones.
Arredondo participó en el Foro económico de la salud que se realiza en esta ciudad y es organizado por el laboratorio farmacéutico Sanofi, donde dio a conocer los datos de su estudio, el cual fue realizado con los cinco millones de enfermos que en 2011 solicitaron atención médica en alguna institución de salud del país (IMSS, Issste y Secretaría de Salud).
El investigador explicó que los costos indirectos de la diabetes y la hipertensión arterial ocupan más de la mitad de los recursos, y de ellos el más caro es la discapacidad permanente que pueden padecer los afectados a causa de un control médico deficiente. Los otros son la muerte prematura y la incapacidad temporal.
Entre las complicaciones que llevan a la discapacidad permanente, la de mayor peso relativo es la insuficiencia renal crónica.
Arredondo consideró que esta situación debe modificarse y, como propondrá el Plan Nacional de Salud 2013-2018, en los siguientes años se hará énfasis en la prevención y promoción de la salud, con la finalidad de buscar detener la tendencia creciente de enfermos.
Del lado financiero, está en pie la intención del gobierno federal de avanzar hacia el sistema universal de salud, con una cobertura efectiva. Para ello será necesario modificar el actual esquema de financiamiento y crear un fondo único de recursos. Los primeros pasos se han dado con el paquete de reformas a la seguridad social planteado por el Ejecutivo el 8 de septiembre, indicó.
Lo que sigue es consolidar el fondo único, a fin de terminar con la fragmentación del sistema de salud; sin embargo, dijo, para que el nuevo esquema funcione tendría que proponerse acabar con la desigualdad en la inversión y aprovechar los recursos.
Asimismo, Arredondo aseveró que a escala nacional, el promedio que se destina a la atención de la diabetes es de 708 dólares por persona al año; en el Seguro Social son 748, 675 en la Ssa y en 699 en el Issste.
En el caso de la hipertensión arterial, el promedio nacional es de 534 dólares anuales por persona, pero en el IMSS se eleva a 622; en la Ssa es de 485 y en el Issste es de 493 dólares.