Moscú, 29 de septiembre.

Continúa incomunicada Nadezhda Tolokonnikova, quien inició una huelga de hambre el lunes de la semana pasada por las amenazas contra su vida y el trato infrahumano que da a las reclusas la administración del centro penitenciario IK-14 de Mordovia, donde cumple condena de dos años por cantar en un templo ortodoxo, con sus compañeras de Pussy Riot, una oración punk que pedía a la Virgen María librar a los rusos del presidente Vladimir Putin.

Desde el viernes anterior no han podido verla ni hablar por teléfono con ella ni su marido, Piotr Versilov, ni sus abogados. Lo único que pudieron averiguar, con tres fuentes diferentes, es que Tolokonnikova aceptó este domingo ser ingresada en el hospital de Barashevo, dependiente del sistema penitenciario de Mordovia.

Nadezhda Tolokonnikova, integrante de Pussy Riot, en imagen de archivoFoto Ap

Por la noche, el servicio de prensa de dicho sistema confirmó la información en un breve comunicado que precisa que, por recomendación de los médicos, se trasladó a Tolokonnikova al hospital para la subsiguiente observación dinámica de su estado de salud.