Ningún grupo se adjudica los ataques; hay un centenar de heridos
Lunes 30 de septiembre de 2013, p. 32
Islamabad, 29 de septiembre.
Las detonaciones de una bomba en un mercado y de un coche con más de 200 kilos de explosivos provocaron este domingo 40 muertos y un centenar de heridos en la ciudad de Peshawar, al noroeste de Pakistán.
La primera detonación se escuchó en el mercado de Qissa Khawani, cerca de una mezquita y una comisaría de la policía, seguida de la activación a control remoto de un coche bomba estacionado cerca del mercado más antiguo de la ciudad.
Tras el segundo estallido, varios vehículos y comercios se incendiaron. Testigos hablaron de escalofriantes escenas en el lugar del atentado, ya que muchas víctimas resultaron mutiladas.
El propietario de una tienda de libros, Nazar Alí, acababa de abrir su negocio cuando ocurrió la explosión. Primero fue un estallido y luego se incendiaron los vehículos. Una columna de humo negro cubrió todo y voló metralla por todos lados. Vi mucha gente muerta y otros sangrando en el piso
, describió.
Otro hombre contó que hacía las compras para el desayuno cuando la bomba fue detonada. De repente se oyó una explosión muy fuerte y caí al piso
, dijo Adnan Hussain, quien fue ingresado al hospital. Mi primo Rizwan murió y otro está en condición crítica
.
Entre las víctimas mortales se encuentran ocho niños y cinco mujeres, según las autoridades. El número de fallecidos podría aumentar, ya que varios de los heridos están graves, informó el hospital local Lady Reading.
Se trata del tercer ataque ocurrido en una semana en la capital provincial de Khyber Pakhtunkhwa. El domingo pasado dos atacantes suicidas mataron a 83 creyentes en las afueras de una iglesia cristiana, y el viernes otro ataque con bomba en un autobús en Peshawar mató a 19 personas.
Nadie se adjudicó el atentado, pero éste tiene lugar en medio de informaciones sobre supuestos planes del gobierno paquistaní para iniciar conversaciones de paz con los insurgentes islamitas de la región noroccidental del país, que un vocero talibán criticó el sábado.