El gobierno culpa a milicianos vinculados con Al Qaeda
Martes 1º de octubre de 2013, p. 24
Bagdad, 30 de septiembre.
Una serie de coches bombas estallaron este lunes en barrios de mayoría chiíta de esta capital, lo que provocó 54 muertos y más de 150 heridos, informaron autoridades, en la incesante ola de violencia que azota a Irak en los últimos meses.
El Ministerio del Interior culpó a milicianos vinculados con Al Qaeda, que aprovechan la lucha política y las deficiencias de seguridad para lanzar ataques
.
El peor bombazo ocurrió por la mañana en el vecindario de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, donde un hombre dejó estacionado un coche blanco repleto de explosivos que al estallar destrozó un pequeño mercado de hortalizas y su estacionamiento, con saldo de siete muertos y 16 heridos, informó un policía.
A este ataque siguieron en rápida secuencia los estallidos de otros 10 coches bombas en los vecindarios chiítas de Nuevo Bagdad, Habibiya, Saba Bur, Kazimiyá, Shaab, Ur, Shula y en los barrios sunitas de Jamia y Ghazaliyá.
Las 10 detonaciones ocurrieron en mercados al aire libre o estacionamientos, lo que dejó 47 muertos más y 139 heridos, de acuerdo con policías.
Ningún grupo se ha responsabilizado de los ataques, que tienen los rasgos característicos del brazo de Al Qaeda en territorio iraquí, una organización conocida como el Estado Islámico de Irak.
Fuerzas de seguridad iraquíes cerraron los lugares de los ataques mientras bomberos luchaban por extinguir los incendios desatados. Restos retorcidos de autos y de los coches bombas quedaron sobre el pavimento.
El ataque de este lunes fue el más grande desde los atentados suicidas del 21 de septiembre contra unas carpas durante funerales abarrotados de dolientes en Ciudad Sadr, lo que dejó 104 muertos.
Una ola de ataques el domingo en diferentes partes de Irak –incluidos dos atentados suicidas en la relativamente pacífica región kurda, en el norte del país– dejaron 46 muertos.
La violencia en Irak se intensificó luego de que las tropas del gobierno actuaron contra un campamento de manifestantes sunitas en abril, lo cual detonó mortales enfrentamientos a escala nacional. Pese a que la cifra de muertos sigue siendo inferior a las que había en la cúspide del conflicto, este brote de violencia hace recordar al que llevó a Irak al borde de una guerra civil en 2006-2007.
De abril a la fecha han muerto 4 mil 500 personas en Irak.