El ex tenista y ahora entrenador Marco Osorio se mostró preocupado por la falta de producción de jugadores, a pesar de que México está entre los líderes organizadores de torneos de formación y profesionales.

Reconoció que como él, los últimos tenistas de alto nivel, retirados hace un par de décadas, se desempeñan en Estados Unidos, donde pagan bien la enseñanza a niños y adolescentes, destino de los jóvenes talentos mexicanos que optan por el tenis colegial que les brinda becas de estudio.

Yo diría que hay no más de ocho jugadores queriendo jugar tenis profesional. Y si analizamos cuantos se han ido al vecino país del norte, es impresionante. El año pasado se fueron 36, así que parece ser que lo que se está generando aquí es un deporte simplemente de desarrollo, asentó Osorio.

No hay deporte (tenis) profesional. Pocos son los que están tomando ese riesgo, dijo el ex Copa Davis, al anunciar el Abierto Internacional de Pachuca, un torneo clase futuro de iniciación profesional, por primera vez en el lugar donde nació el tenis en México, en 1893 en Real del Monte.

La Federación (Mexicana de Tenis) ha hecho una labor interesante al apoyar a jóvenes en viajes, lo que antes no existía, y hay torneos suficientes, unos 20 futuros, otros challengers y hasta un Abierto Mexicano, pero la gran cantidad de ellos se van al extranjero.

Los torneos internacionales en México son aprovechados por jugadores como Miguel Gallardo, actual número uno del país y 383 mundial. El juarense de 32 años encabeza la lista del torneo en Pachuca (del 7 al 13 de octubre) que, como en otros torneos futuros a los que acuden extranjeros jóvenes en busca de puntos, a él le sirven como complemento de ganancias económicas.