Washington, 1º de octubre.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, culpó a los republicanos de hacer una cruzada ideológica contra su programa de salud e instó a los legisladores a elevar el límite de endeudamiento para evitar que el país caiga en la inmovilización económica. Ellos paralizaron el gobierno por una cruzada ideológica para negar seguros de salud asequibles a millones de estadunidenses, acusó Obama en la Casa Blanca.

Hoy por la noche la Cámara de Representantes rechazó tres propuestas que podrían haber reactivado algunas partes del gobierno. Tras las votaciones fracasaron las propuestas para financiar partes del gobierno federal como museos y parques nacionales, beneficio de los veteranos o el gobierno de la ciudad de Washington.

Sin embargo, luego de años de dura batalla la reforma del sistema de salud del presidente Barack Obama, destinada a ofrecer cobertura médica subsidiada para millones de estadunidenses a partir de 2014, arrancó este martes con la recepción de solicitudes.

Millones de estadunidenses pueden buscar ahora el seguro médico que les convenga, según el plan de salud que promovió Obama para simplificar los misterios de los seguros de salud, aunque inicialmente podrían enfrentar alguna confusión. La paralización no tendrá efecto inmediato sobre los centros que son la base de la ley, porque operan con fondos que no están sujetos a los vaivenes políticos que afectan el presupuesto anual en Washington.

En tanto, la agencia de calificación Standard and Poor’s (S&P) no tiene previsto cambiar la nota otorgada a Estados Unidos, pese al cierre parcial.

A su vez, el Tesoro comenzó a utilizar las últimas herramientas para retrasar el día en que el gobierno se quede sin autoridad para endeudarse, dijo el secretario Jack Lew. Añadió que estas medidas permitirían al Tesoro continuar bajo su límite de endeudamiento de 16.7 billones de dólares por un tiempo más, pero para el 17 de octubre el gobierno agotaría su autoridad para pedir prestado.

Por su parte, en un mensaje por televisión, Obama dijo a los soldados de su país que continuarán en una situación de trabajo normal durante la paralización, pero advirtió a los empleados civiles del Departamento de Defensa sobre posibles permisos sin goce de sueldo. Reiteró a los republicanos que no negociará el presupuesto ni el techo de la deuda para poner fin al cierre del gobierno.

Cerca de 3 mil inspectores de seguridad aérea recibieron licencias de la Administración Federal de Aviación para no trabajar debido al cierre parcial del gobierno, denunció su sindicato. Las agencias federales recibieron la orden de reducir servicios y hasta un millón de empleados a lo largo de Estados Unidos se vieron forzados a quedarse en casa sin pago, lo que hace que el impacto se concentre en Washington, donde el gobierno es el primer empleador.

Más de 70 por ciento de los civiles que trabajan en agencias de espionaje han sido calificados de empleados no esenciales y quedaron sujetos a paros temporales debido al cierre del gobierno, comentaron tres funcionarios con conocimiento del tema. Los organismos afectados son la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la oficina del director nacional de Inteligencia y otras 15 más, afirmaron. Destaca la Agencia de Seguridad Nacional, cuyos métodos secretos de escuchas electrónicas fueron el foco de una controversia tras filtraciones del ex contratista Edward Snowden.

Los turistas no tienen motivos para madrugar. Los museos Smithsonianos a lo largo de la explanada –destino turístico estrella para los visitantes de la capital, al igual que el de Lincoln– cerraron. Los empleados encaran además posible demora de pagos. Los campistas tendrán que salir de los parques nacionales; algunos ex soldados se verán obligados a esperar más para que les aprueben sus prestaciones por discapacidad; muchas inspecciones alimentarias de rutina serán canceladas y apagarán las cámaras de vigilancia del panda en el Zoológico Nacional.