El escritor ofreció una conferencia para conmemorar los 45 años de la gesta estudiantil
El servilismo de los medios de comunicación ante el gobierno de esa época, hoy lo vivimos
Jueves 3 de octubre de 2013, p. 6
Entre las virtudes, los errores y los aciertos del movimiento estudiantil de 1968 en México, es que éste se gestó de abajo hacia arriba, se crearon brigadas que realizaron una enorme labor de propaganda en las calles y se instituyó un Consejo Nacional de Huelga (CNH), integrado por más de 500 delegados pero, sobre todo, fue un momento histórico en el que se desarrolló la equidad de género dentro de las familias de clase media, explicó el escritor e historiador Paco Ignacio Taibo II.
Con motivo del 45 aniversario del movimiento, Taibo II ofreció la tarde del pasado martes una charla en el auditorio Emiliano Zapata, de la delegación Magdalena Contreras, donde indicó que el 2 de octubre ha adquirido un carácter reduccionista. Lo que no se debe olvidar, no es el 2 de octubre, sino los 123 días de huelga general, los 123 días de golpes y contragolpes, avances y retrocesos que se dieron durante el movimiento de protesta
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El autor de Días de combate recordó que él tenía 19 años y estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando se inició el movimiento estudiantil. Evocó el contexto histórico nacional e internacional en el que surgió, como la defensa de los derechos civiles de las minorías en Estados Unidos, la consolidación de la revolución cubana, las protestas contra la guerra de Vietnam, el auge de la cultura europea y el mayo francés, así como el intento de liberación política en Checoslovaquia, conocida como la Primavera de Praga, entre otros acontecimientos.
Delirio y represión de Díaz Ordaz
Mientras, en México, recordó Taibo II, “vivíamos en un país presidencialista y autoritario. Para las nuevas generaciones, quizá sea muy difícil de imaginar, pero en el Congreso no había ni un sólo diputado o senador de oposición. Había un piramidal principio de autoridad, que ejerció una censura brutal y que estaba dominado por la paranoia, pues ante cualquier organización de movimiento social, querían encontrar qué poder, quién estaba o qué fines políticos había tras ese movimiento social. Además, existía una izquierda sectaria (maoístas, leninistas, trotskistas, marxistas, por ejemplo), las organizaciones campesinas y los sindicatos, eran coptados y vendidos por líderes charros, pagados por el gobierno y los medios de comunicación eran serviles ante el poder, que mucho se parece a lo que hoy vivimos”.
Tras las primeras manifestaciones y enfrentamientos con la policía, el autoritarismo, el delirio y la represión del entonces presidente (Gustavo) Díaz Ordaz, se vio reflejada con la toma de Prepa 1 a bazucazos, con el argumento de una supuesta conspiración hacia nuestro país de la Unión Soviética, pero en realidad el gobierno no tenía idea de lo que pasaba
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En esos días era tal la represión, continuó Taibo II, que te podían meter a la cárcel por lo que pensabas, no sólo por lo que hacías
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Entre las virtudes del movimiento del 68, “es que se hizo de abajo hacia arriba. Estaban las brigadas que hacían propaganda en las calles: realizaban pintas, repartían volantes, tiraban un verbo y recolectaban dinero para hacer más volantes, más pintas y más propaganda”.
El CNH se integró con más de 500 delegados. Tenía la desventaja de que era muy tedioso y le llevaba tiempo tomar decisiones, pero era profundamente democrático
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En ese contexto se dio una lucha de las jóvenes universitarias, dentro de las familias, cuyos padres les prohibían participar en el movimiento, por todos los riegos que se corrían. Tus hermanos sí van a la marcha, pero tú, no
, decían a sus hijas. Ahí se libró y se ganó el reconocimiento de equidad entre hombres y mujeres”, destacó Taibo II.
Para concluir, consideró que los actuales movimientos sociales estudiantiles deberían aprender de los errores y los aciertos del movimiento del 68
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