El ensayista y traductor neoyorquino participa en el Hay Festival Xalapa
En mi país carecemos de esa cultura de escritores que opinan de temas políticos, indica
Es muy saludable que tengamos el declive del imperio estadunidense, dice a La Jornada
Viernes 4 de octubre de 2013, p. 3
Xalapa, Ver., 3 de octubre.
Un neoyorquino en Xalapa. Eliot Weinberger hablará de crítica literaria en el ciclo de conversaciones del Hay Festival. Mientras eso ocurre, camina, fuma, y acepta entrevistas.
Habla de política y el declive de Estados Unidos, poesía, y traducción a la que define como un servicio público
. Ensayista, editor y traductor, es uno de los críticos más relevantes en Estados Unidos, una veta conocida más fuera que dentro de su país.
No tenemos esa cultura de escritores que opinan sobre temas políticos
, dice en entrevista con La Jornada.
El primer tema de la charla es la política. Lo que ocurre en Estados Unidos. Lo que pasa ahora es que tenemos un gobierno que es completamente diferente a lo que ha pasado en la historia moderna del país. Tenemos este sistema de dos partidos que en el pasado creían en la idea del gobierno federal, así que al final llegaban a acuerdos para resolver los problemas
.
Eso, subraya, “no ocurre ahora. Lo que ha pasado es que el Partido Republicano ha sido tomado por un grupo cuya ideología es extremadamente radical, una especie de conservadurismo que siempre ha existido en Estados Unidos, pero no de esta manera: esta gente no cree en la idea de un gobierno federal; es claro que no cree en ningún gobierno.
Básicamente odian a Obama. Hubo una reunión famosa de líderes republicanos el día después de que Obama fue electo, donde dijeron que cualquier cosa que Obama apoyara ellos irían en contra. Y esto es lo que ha pasado desde entonces. Los republicanos crearon este monstruo, este Frankenstein, y ahora el monstruo está aterrorizando, está fuera de control y la gente de dinero y de poder y la gente de Wall Street tienen que detenerlo, porque si Estados Unidos cae, perderán dinero. Tendrán que detenerlo, pero uno no siempre sabe
, asegura el autor de Cartas desde Nueva York y 12 de septiembre, dos de sus libros traducidos al español y publicados por Ediciones Era.
“Siempre hay conflictos y es muy saludable que tengamos el declive del imperio estadunidense. El papel de Estados Unidos como policía del mundo está decayendo, eso es muy saludable. También lo es el cambio demográfico: la gente blanca se está convirtiendo en minoría.
“El año pasado fue el primer año en que la mayoría de bebés que nacieron ahí no eran blancos; esto va a ser un tremendo cambio y creo que será para bien en Estados Unidos, porque muchos de los mitos en los que está fundado el país ya no serán aplicables.
Creo que mucho del odio hacia Obama es porque es el símbolo más grande de este cambio que está ocurriendo en América y nadie puede hacer nada, y es el futuro inevitable y por supuesto es aterrador. Pero cuando ves lo que pasa en Estados Unidos en términos de asuntos sociales, como el matrimonio gay que era algo inimaginable hace 10 años, y ahora va muy rápido, eso es muy bueno. Creo que en ese sentido en términos de Estados Unidos soy optimista
.
Traductor de Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Xavier Villaurrutia y Vicente Huidobro, señala que en su país no se le conoce como crítico político. “Se dice que en Estados Unidos uno tiene libertad de expresión, pero eso no significa que alguien escuche. Me conocen más como crítico político fuera del país, porque muchos de mis trabajos se han publicado en revistas y periódicos de otros países.
Desdén a creadores de cultura
“El problema en Estados Unidos –prosigue Weinberger– es que ahí no hay intelectuales públicos como en todos los países. Ahí quienes expresan sus opiniones políticas son los periodistas, por ejemplo, y no hay escritores de literatura que se expresen políticamente. No hay una tradición de entrevistas a los escritores.
En México me han entrevistado cientos de veces, en Estados Unidos nunca, y no sólo a mí, a cualquiera. En Estados Unidos se supone básicamente que un escritor de ficción o poesía debe hacer sólo eso y no tener opiniones de nada más. Una de las razones por las que pasa eso es porque Estados Unidos no tiene orgullo nacional por la gente que produce su cultura
.
Eso es un error, reconoce mientras enciende otro cigarro. “Obama es una excepción porque es buen lector, pero la mayoría de los políticos estadunidenses no pueden nombrar un solo escritor estadunidense, excepto por ejemplo alguien que escriba novelas de misterio.
No hay conexión entre la política y la literatura en ese sentido, no hay ese sentimiento de orgullo nacional para quienes producen la cultura y creo que es un país del mundo en el que pasa eso
.
Eliot Weinberger, quien traduce a poetas pero no escribe poesía, adelanta su nuevo proyecto: la introducción de una antología de poetas mexicanos contemporáneos que escriben en lenguas indígenas.
Es muy interesante que haya esta nueva generación de gente que va a las universidades, que están bien educados en la literatura contemporánea mundial y han elegido escribir no en español sino en lengua indígena. Esta es una conjunción muy interesante entre modernidad y elementos tradicionales en poesía. Es muy interesante y excitante lo que ocurre en la poesía mexicana que todavía no está muy reconocida
.