“He sido terco en grabar sólo mis composiciones y en Andante en Sol, mi sexto disco (distribuido por Ediciones Pentagrama), la diferencia es que me hago acompañar de otros tres músicos que enriquecen la música para evocar una amplia gama de sentimientos”, expresó en entrevista Javier Rojas.

El maestro de la lira radica en Cancún, Quintana Roo, donde el sol calienta el ambiente en un entorno paradisiaco. Es ahí donde para sobrevivir huesea, como se dice en el argot de los músicos a los trabajos que les dan para comer, sobre todo en hoteles.

“El título del disco, Andante en Sol, es un juego de palabras. Andante es un vocablo de la nomenclatura italiana, que incluye términos como adagio, allegro, presto. Sol es una tonalidad. Bueno, y Andante en Sol es lo que hacemos al caminar en Cancún; es el caminar día a día para conseguir el sustento. Las piezas de este cedé fueron compuestas al calor del sol de Cancún, de sus paisajes. Todos los sentimientos se pueden musicalizar y quien escuche este disco descubrirá mis vivencias, que tamizo con mi oficio, con frases musicales y compases.”

Ahora su métrica no es tradicional, como se encuentra en sus primeros discos. La mayoría de las canciones que oímos en la radio tienen una estructura binaria, pero nosotros hemos tratado de incursionar los cinco cuartos y otros ritmos, para progresar. La meta es tocar algún día con una orquesta.

Mantequilla al pan

Participaron en Andante en Sol el violinista Guillermo Gutiérrez, Tito Martínez en el cajón y efectos, y Henry Martínez en las congas y en el cajón. Este último dijo en entrevista que considera un privilegio trabajar con Javier Rojas. Toca con alma y los arreglos son extraordinarios. En mi caso, mi participación fue como ponerle mantequilla al pan. La música de Javier es muy fuerte y hay historias detrás de cada melodía. Eso hace que uno se inspire y se disfrute la interpretación. Siento lo que él siente. Yo crecí en la bahía de San Francisco y ahí escuché a varios guitarristas, por lo que puedo afirmar que Javier es especial. Expresa extremos del ser humano y su música no se queda en lo mexicano y le habla a todos. Le gusta mucho a los japoneses.

Rojas agregó que Cancún es un punto de reunión de artistas. “Es un sitio que posibilita el desarrollo musical, el contacto profesional. Hay músicos del Caribe y de Estados Unidos, de Cuba, Belice, etcétera. Muchos trabajamos en hoteles. El nuevo disco lo hemos presentado en lugares como la Universidad Autónoma Chapingo, donde estudié agronomía. Ahí el público pone atención, a diferencia de lo que ocurre en Cancún, donde la mayoría toma la copa y suelen estar alcoholizados. Trabajamos ahí para poder seguir haciendo proyectos como Andante en Sol. En Cancún los turistas me piden La bamba y la toco, pero cuando oyen algo mío se abre la posibilidad de que conozcan lo que realmente sé hacer y quieran un disco.”

Su amistad con Henry Martínez lo llevará a Estados Unidos, para tocar en Los Ángeles y en San Francisco. “Suele pasar –acotó Rojas– que guitarristas mexicanos, como Rodrigo y Gabriela, quienes también traba- jaron en hoteles, en Puerto Vallarta, primero triunfen en el extranjero, porque en el país ni caso les hacen. Hay anglosajones open main a los que les gusta mi propuesta”.

Pidió al público escuchar Andante en Sol completo y no a pedazos, que es una costumbre de quienes consumen música en Internet.

Hoy presentarán el disco en el Ex Convento de Tepoztlán, Morelos, a las 18 horas. Entrada libre.