Termina diplomado para mujeres
Sábado 5 de octubre de 2013, p. 18
Los gobiernos de América Latina aplican políticas a los pueblos indígenas en las que prevalece una visión ajena a su idiosincrasia; asimismo, toman decisiones que no consultan con las comunidades, a las cuales perciben como sectores vulnerables, como grupos a los que se dan programas antipobreza. Sin embargo, la estrategia que va a lograr empoderarnos es el enfoque de derechos humanos
, señaló Mirna Cunningham Kain, presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.
En conferencia de prensa al término del quinto diplomado para Fortalecer el liderazgo de mujeres indígenas –organizado por el Programa Universitario México Nación Multicultural de la UNAM, la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas–, Cunningham lamentó que siga prevaleciendo una política indigenista por la mayoría de nuestros gobiernos
, en la cual las políticas se definen desde una sola cultura, pues no hay políticas públicas interculturales que respondan a nuestra visión
.
Precisó que la lucha de las comunidades y en particular de los liderazgos de mujeres indígenas es contribuir a la transformación de los estados
para que sean realmente multiculturales y plurinacionales, multiétnicos
.
Destacó que la importancia del diplomado radica en su contribución a enfocamos al papel de las mujeres en el desarrollo de sus comunidades. Nosotras creemos que es importante luchar desde abajo y desde arriba; no podemos solamente creer que los cambios van a venir desde arriba
.
Cunningham Kain, miskita, ex gobernadora en la Costa Atlántica de Nicaragua, precisó que los estados no están garantizando mecanismos de participación sistemática de los pueblos indígenas; no están aplicando el derecho del consentimiento previo, libre e informado antes de aprobar concesiones sobre nuestros territorios; no están consultándonos antes de aprobar leyes que tienen que ver con nosotros
y tampoco toman en cuenta nuestra visión antes de aplicar proyectos de desarrollo, ni nuestra cultura antes de aprobar medidas de extensión de cobertura de salud o educación
.
Lo anterior, agregó, sigue siendo un modelo indigenista, y lo encontramos en todo el continente americano. No hay ningún Estado de América Latina que logre salvarse de él; aun en aquellos donde hay constituciones políticas muy avanzadas, siguen prevaleciendo problemas de participación plena y efectiva de los pueblos indígenas
, por lo cual nos queda seguir luchando
, finalizó.