París, 7 de octubre.

Una exposición sobre Diego Rivera y Frida Kahlo se inaugura este miércoles en París. Reúne lo mejor de la obra de la mítica y turbulenta pareja, y sella la reconciliación entre Francia y México tras varios años de distanciamiento.

El arte en fusión, en el Museo de l’Orangerie, en el jardín de las Tullerías, incluye decenas de cuadros, dibujos y fotografías de los dos artistas mexicanos.

Comprende buena parte de los mejores óleos de Kahlo, como Columna rota y otros autorretratos que reflejan una vida de amores turbulentos y una salud de ensañada crueldad.

Como muchos artistas, Kahlo nunca llegó a saborear el reconocimiento que le reservó la posteridad y que a partir de los años 80 convertiría a su obra en la más cotizada de América Latina.

El éxito póstumo de Kahlo fue tal que terminó ocultando la figura Rivera: la muestra en París busca restablecer el equilibrio.

En Europa, Frida Kahlo es mucho más conocida que Diego Rivera, comenta Leila Jarbouai, una de las curadoras.

Era importante mostrar en un pantallazo la obra de Rivera, con cuadros de caballete, pero también lo que no se puede exhibir en un museo. Es decir principalmente murales, a través de reproducciones a escala menor, aunque también hay un dibujo a escala real que sirvió para realizar uno de ellos, mostrado por primera vez fuera de México.

Vínculos restablecidos: Rafael Tovar

La fama de Kahlo terminó ocultando a su propia obra, a expensas de una exuberante biografía, prolífica en amantes o amigos famosos, como Trotsky y Breton.

La exhibición en l’Orangerie, que cierra el 13 de enero, sella el fin de años de enfriamiento de relaciones entre Francia y México.

La manzana de la discordia fue una polémica en torno al caso de la francesa Florence Cassez, detenida en 2005, condenada y encarcelada por secuestro hasta su liberación este año por decisión de la Suprema Corte de Justicia mexicana.

La relación cultural había quedado detenida, con un programa que comprendía decenas y decenas de acciones, que desafortunadamente no se pudieron llevar a cabo, recordó Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.

De modo simultáneo a la muestra en París, realizada en buena medida gracias a préstamos del museo Dolores Olmedo, decenas de cuadros de l’Orangerie, desde Gauguin al aduanero Rousseau, cruzaron el Atlántico y se exhibirán en México.