Una amenaza de asesinato contra una joven y novel escritora por no haber ganado un concurso de dramaturgia, un par de hermanas que intentan ganarse la vida como asesinas a sueldo, una embarazada virgen y el cadáver de una maestra en su dormitorio, cuya muerte tendría que ser guardada en secreto para seguir cobrando una beca, son parte de las historias que se entretejen en la farsa teatral La historia ridícula del oso polar que se quedó encerrado en el baño del restaurante, escrita por Luis Santillán, que se presenta los miércoles en el Foro del Tejedor.

Las historias de tres dúos de mujeres se enlazan conforme se van conociendo los conflictos que las aquejan. Amapola y Aranza, una madre medio loca y su hija deben huir de la ciudad, pues la joven aspirante a escritora, quien envió su obra La historia rídicula del oso polar... a un concurso, está preocupada porque luego de participar y no ganar, sabe que la van asesinar por ese hecho, ya que en una de las cláusulas de la convocatoria se estipula que los autores no premiados serán destruidos.

La relación entre la madre y la hija, el jurado y las bases de los concursos, los dramaturgos y la ficción que crean, entre veras y bromas, son objeto de la farsa.

Eréndira y Elizabetha son hermanas y discuten sobre la decisión de avisar de la muerte de su mentora. La primera busca convencer a la segunda de guardar en secreto ese fallecimiento y conservar el cadáver durante dos años, con la finalidad de seguir cobrando una beca, de la cual una de ellas es la beneficiaria.

El temperamento de una y de otra, la rivalidad entre ellas sobre quién era la preferida y la manera en cómo se consigue y conserva una beca, salen a relucir en esta historia.

Inuka y Sheba, cuya madre las bautizó así porque le gustaban los osos polares, son también un par de hermanas que intentan ser asesinas a sueldo, luego de que una de ellas vio la película El perfecto asesino. La primera asegura estar embarazada, aun siendo virgen, por lo que ahora debe cambiar de oficio y dedicarse a matar a sueldo. Para practicar, una de ellas compra un rifle de municiones y se dedican, primero, a disparar a perros y gatos; después, desde su ventana, disparan a los transeúntes.

En cierto momento, las tres historias se relacionan entre sí.

La historia ridícula... juega mucho con el absurdo, el sinsentido y situaciones bastante ridículas, explicó Luis Fernando López, director del montaje.

Con las actuaciones de Xana Sousa, Aleyda Gallardo, Cheryl Sue, Pilar Couto y Paola García (quien alterna funciones con Gallardo), La historia... se presenta los miércoles, a las 20 horas, en el Foro del Tejedor (avenida Álvaro Obregón 86, tercer piso, colonia Roma).