Todavía no recupera el aliento por el cansancio del entrenamiento vespertino, pero Mariana Juárez traga una gran bocanada de aire para dejar claros sus planes inmediatos. Uno se consuma este sábado, ante la tailandesa Buakaew OnesongchaiGym, con la que peleará en Puerto Vallarta.

Será un combate que no ve como un trámite, pero sí como un recurso incomparable para mantenerse en forma antes de buscar el título supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Y ahí aparece su segundo plan. El más importante en su regreso después de una etapa en la que las cosas no salieron como había planeado.

Ya no quiere recordar esos dos pleitos en los que fue sorprendida. Primero, por la estadunidense Ava Knigth, quien le quitó el cinto mosca del CMB. Seis meses después volvió a perder, esta vez con un nocaut aparatoso ante la japonesa Riyo Togo.

Luego tuvo su revancha exitosa ante la asiática y desde entonces ha empezado a allanar el camino para volver a ser campeona del mundo.

Ya quiero dejar atrás eso, porque ahora sólo pienso en volver a ser campeona del mundo supermosca en una revancha ante Ava Knigth. Lo demás es parte de una mala racha, dice todavía con la voz entrecortada.

“Ya pasé mucho tiempo atormentándome con preguntas de ‘¿por qué si hago todo bien me pasó esto?’, pero mi carrera me ha enseñado que el boxeo es el deporte más hermoso, pero también el más cruel”, agrega

Para recuperar su condición de campeona del mundo tiene que arrebatar el cinto a la mexicana Zulina Muñoz, quien se ha convertido en su meta insobornable.

Quiere pelear con la Loba y quitarle el título porque no considera que lo haya ganado, ni defendido con dignidad, y porque es la división en la que ella puede aspirar a un campeonato mundial.

No duda que volverá a ser monarca muy pronto con el cetro de Zulina. Luego lo que sigue: recuperar la autoestima con una revancha ante Ava Knigth.