El reto, que sea la principal oposición
a las políticas gubernamentales
Lunes 14 de octubre de 2013, p. 18
En el segundo encuentro nacional de la corriente Movimiento Progresista, del PRD, el ex jefe de Gobierno capitalino Marcelo Ebrard, demandó que la sucesión de la presidencia del partido sea mediante consulta abierta a la población. Demandó la apertura radical
del PRD y no constreñir la elección a 350 notables
en un Consejo Nacional.
Lo que de hecho constituyó un acto de campaña en su empeño por alcanzar la presidencia del partido, Ebrard criticó la actitud asumida por la dirigencia actual, que ha convertido al sol azteca en un partido satélite
limitado a ser un aplaudidor
del gobierno de Enrique Peña Nieto. Dijo que con una visión que sólo pretende acomodarse
cerca del Ejecutivo, bajo la lógica de sólo obtener posiciones y no el poder, difícilmente el PRD podría avanzar para disputarlo en el 2018.
En compañía de senadores allegados, entre ellos Manuel Camacho Solís, Mario Delgado y Sofío Ramírez, y con la presencia de representantes de Izquierda Democrática Nacional, como Alejandro Sánchez Camacho, Ebrard sostuvo que el futuro de la izquierda debe ser convertirse en la principal oposición a las políticas gubernamentales porque en la actualidad, no hay manera de diferenciarse del régimen.
En conferencia de prensa posterior, Ebrard descalificó la postura que ha asumido parte de la dirigencia partidista en el seno del Pacto por México, el cual, dijo, ya está muerto
. Aseveró que las divisiones surgidas en torno a la reforma energética –única en la cual la dirigencia perredista se ha diferenciado de Enrique Peña– marcó el deceso del acuerdo.
Ebrard consideró que es momento de romper la lógica de las corrientes y relanzar al PRD con un partido abierto, lo cual se lograría si se consulta a la población abiertamente, tal como se hizo para la elección del candidato presidencial en 2011. Señaló que esta semana daría a conocer un sondeo según el cual, entre perredistas la opción de la consulta es la más valorada.
Deploró que haya una propuesta formal (de Nueva Izquierda) para que la elección del nuevo dirigente sea mediante 350 consejeros, lo que significaría que el PAN, por ejemplo, que quiere salir de su crisis ha optado por desecharla en aras de una elección abierta y en el PRD se pretende ir a la inversa.
Camacho destacó la necesidad de que el PRD asuma su papel opositor y construya desde ahora las vías para alcanzar el gobierno de 2018. Destacó que tras la llegada al poder de Peña Nieto, se pensaba que sería difícil quitarles ahora el poder, pero a 10 meses de gestión, se ha descompuesto el país, las reformas han generado cuestionamientos, no sólo la educativa, sino también la hacendaria y energética.