Paul Ríos Garaizar, director de la Red por la Paz en el País Vasco, grupo promotor de la no violencia cuyo nombre en euskera, Lokarri, significa lo que sirve para unir, sostiene que para la sociedad vasca, independentista o no, el reto hoy día, a dos años de que ETA decretó el fin de sus acciones armadas en forma definitiva, es construir condiciones para una convivencia sin el horror, la tensión y la exclusión de sectores sociales.

La organización Lokarri convocó a un Encuentro Continental por la Paz, que se realizará hoy en el Museo de la Ciudad de México, al que asisten personajes y organizaciones latinoamericanas de alto nivel –parlamentarios, ex presidentes y candidatos presidenciales, representantes eclesiales y sociales– con el fin de apoyar el proceso para alcanzar una solución negociada al conflicto del País Vasco.

Los participantes, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas, el ex presidente de Ecuador Rodrigo Borja (1988-1992), Miguel Álvarez Gándara, presidente de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), son adherentes a la Declaración de Aiete, lanzada hace dos años en San Sebastián.

Ese documento se suscribió el 17 de octubre de 2011 en el castillo de Aiete, en San Sebastián, con la idea de implementar un plan de acción con el fin de avanzar en la vía de la paz en las regiones vascas en España y Francia. Los participantes de esta reunión latinoamericana ratificarán la hoja de ruta acordada en ese documento.

Se persiguen, explicó Ríos Garaizar, entre otros objetivos, registrar ante la sociedad vasca el interés activo de la comunidad internacional; es muy reconfortante, nos hace sentir a los vascos menos solos.

Prevén desdén de Rajoy

Admitió que cualquier resolutivo que emane del encuentro continental será seguramente ignorado por el gobierno de Mariano Rajoy.

Madrid ha sido muy poco receptivo a cualquier opinión o acción internacional respecto al País Vasco. Hagamos lo que hagamos, eso no va a cambiar.

Por tanto, añadió, el mensaje de los líderes latinoamericanos, sus reflexiones y aportaciones van dirigidas a la sociedad vasca, que es y debe ser la verdadera protagonista de esta transformación. Y me refiero a toda la sociedad vasca, no sólo a los nacionalistas o los independentistas. Este es un proceso transversal que actúa en una sociedad muy plural y diversa, como la de Euskal Herria.

Suscrito por 11 partidos de la región vasca de España y de Francia, sindicatos y asociaciones empresariales de ambas zonas y por seis personajes internacionales que actúan de facilitadoras del diálogo, este documento llamó a la organización armada ETA a declarar un cese del fuego definitivo y al Estado español a dar inicio de conversaciones para la paz.

Tres días después de la firma, la directiva de ETA anunció el cese definitivo de sus actividades armadas. Los gobiernos de España y Francia, sin embargo, no hicieron eco de la iniciativa.

De entonces a la fecha, el proceso retrocedió con el cambio de partido gobernante, advirtió Miguel Álvarez, quien ha participado en decenas de procesos de conciliación en México. Ahora se pretende darle continuidad a diversas iniciativas internacionales, en este caso latinoamericanas, capaces desde sus propias experiencias de dar sentido a una circunstancia que en 2011 abrió nuevas expectativas para la superación del conflicto, explicó.

Fueron testigos de honor y promotores de la iniciativa del 17 de octubre de 2011 Kofi Annan, entonces secretario general de la ONU; Gerry Adams, parlamentario irlandés y, en su función de dirigente del brazo político del Ejército Republicano Irlandés, el Sinn Fein, arquitecto de los acuerdos de paz en Irlanda del Norte; Bertie Ahern, ex premier irlandés; Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra noruega; Pierre Joxe, socialista francés, ex ministro de Defensa, y Jonathan Powell, laborista británico.

En opinión de Álvarez Gándara, la Declaración de Aiete aporta elementos “novedosos al proceso de paz porque abre un importante margen para que representantes políticos y sociales –los llamados actores no violentos– debatan y busquen aproximaciones que les permitan ir perfilando una era sin conflicto.”

De lo que se trata ahora es de involucrar en el debate a personajes que, como los colombianos Piedad Córdoba, directora del Movimiento Poder Ciudadano, y Danilo Rueda, de Colombianas y Colombianos por la Paz, fueron determinantes para crear condiciones favorables a las actuales negociaciones en La Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el gobierno de Bogotá.

Al encuentro de hoy en el Museo de la Ciudad de México asisten organizaciones y personajes que suscribieron hace dos años la declaración, entre otros, la senadora de Uruguay Lucía Topolanski, esposa del presidente José Mújica, y Alberto Spektorowski, miembro del International Contact Group. Se espera también la confirmación de los ex presidentes de Guatemala Álvaro Colom y Vinicio Cerezo, así como del ex mandatario de Bolivia Jaime Paz Zamora, el ex rector de la UNAM Pablo González Casanova y el obispo de Saltillo, Raúl Vera.