Las obras de arte son como los integrantes de alguna familia real: no viajan todas juntas. Las 30 piezas que integran la exposición Obras maestras del Musée de l’Orangerie arribaron a México en tres aviones y se pueden admirar desde hoy en el Museo Dolores Olmedo.

Son obras de 11 pintores que marcaron el arte en el siglo XIX y principios del XX: Paul Cézanne, Henri Matisse, André Derain, Paul Gauguin, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Henri Rousseau, Maurice Utrillo y, por primera vez en México, Chaïm Soutine.

‘‘No recuerdo una exposición de esta importancia en México en los recientes 50 años”, dijo Carlos Phillips Olmedo, director del recinto en conferencia de prensa, a la que asistió la directora del Musée de l’Orangerie, Marie-Paule Vial, junto con Josefina García, responsable de Colecciones del Museo Dolores Olmedo, y el embajador José Luis Martínez, director general de Asuntos Internacionales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Obras maestras del Musée de l’Orangerie llega en intercambio por la muestra que envió México y se exhibe en este momento en esa institución francesa, Frida Kahlo-Diego Rivera: l’art en fusion, integrada por cien piezas que fueron trasladadas en cinco aviones, la cual recibe un promedio de 3 mil visitantes diarios, de acuerdo con cifras de Vial.

Este intercambio forma parte del relanzamiento de las relaciones entre México y Francia, raspadas tras el caso Florence Cassez, que va más allá del plano cultural: para el próximo año está prevista la visita del presidente francés François Hollande, y Enrique Peña Nieto viajará después a Francia, indicó el embajador Martínez.

Obras maestras... es una exposición planeada desde 2009. Se realizaría en 2011, pero los problemas entre ambos países obligaron a que se pospusiera, explicó a su vez Phillips Olmedo, quien descartó dar cifras del costo de una muestra de este tipo. ‘‘Obviamente tenemos y pedimos el patrocinio de mucha gente porque estas exposiciones no son fáciles y obviamente no son baratas. Sólo el seguro de una colección como ésta es sumamente caro; no estamos autorizados a decir ni quién nos dio ni cuánto”.

La directora del Museo de l’Orangerie señaló que este intercambio de exposiciones ‘‘es muy importante”, porque significa ‘‘remprender de nuevo las muy buenas relaciones culturales entre los dos museos y también entre los dos países”.

Con la exposición de Diego y Frida, abundó Marie-Paule Vial, directora del Museo de l’Orangerie “tenemos un éxito terrible en París. Tenemos más de 3 mil personas cada día en el museo, que es un espacio importante por sus pinturas que son obras maestras, es un recinto pequeño.

“En toda Francia y –en particular en París– en este momento se habla de Diego y Frida. Es una sorpresa para el público francés descubrir no tanto a Frida, quien es muy conocida allá, sino a Diego, de quien se habla menos”.

En el caso de la exposición que llega a México, Marie-Paule Vial destacó que “están los más conocidos, los más importantes para la historia del arte de finales del siglo XIX al inicio del XX, que es el momento de las grandes revoluciones estéticas.

Son 30 obras que permiten hacer un recorrido, descubrir esta colección de Paule Guillaume, quien era un hombre muy sencillo sin nada que ver con el arte, que ha descubierto a Apollinaire y otras personalidades, que se interesaba mucho en el arte. Fue uno de los primeros comerciantes de arte que se interesó en el arte africano y de los primeros coleccionistas de Matisse y Picasso, e hizo la primera exposición de los dos confrontados, como lo van a ver en estas salas del museo.

De alguna manera estas dos exhibiciones hacen un homenaje a la labor de estos dos coleccionistas de Arte, Dolores Olmedo con el acervo que reunió de Frida y Diego, y la de Paul Guillaume, que tiene 145 obras dentro de sus instalaciones y que hemos podido traer 30 piezas.

La exposición se inicia con un cuadro de Claude Monet, titulado Argenteuil, pintado en 1875, y termina con una cafetería estilo parisino.

El tema francés es también el de la ofrenda de muertos que se presenta cada año en el Museo Dolores Olmedo (avenida México 5843, La Noria, Xochimilco).