Ofensivo, audaz y aguerrido son adjetivos que caracterizan a Miguel Herrera, el técnico que asumirá el desafío de clasificar al Tri al Mundial de Brasil 2014.

Miguel Ernesto Herrera Aguirre nació el 18 de marzo de 1968 en Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo.

En 1980 inició su carrera con los Cachorros de Neza, de segunda división, y en la segunda mitad de la década comenzó su trayectoria en primera, que duró hasta 2000.

Inició como delantero, pero la mayor parte de su carrera la hizo como defensa.

En el máximo circuito militó con Atlante, Santos, Querétaro y Toros Neza. Se le recuerda como un futbolista que muchas veces perdía los estribos: Fue expulsado 16 veces en la liga.

Como atlantista fue campeón de la temporada 1992-1993, dirigido por Ricardo La Volpe, una de sus principales influencias en la táctica.

Nunca fue a un Mundial

En 1993 llegó a la selección nacional, pero no fue convocado para el Mundial de Estados Unidos 1994. Una expulsión por juego brusco ante Honduras, en un partido clasificatorio, le dejó un estigma que no olvidaría el técnico Miguel Mejía Barón, quien quiso separarlo inmediatamente del equipo. Jugó 14 partidos con la camiseta verde, entre 1993 y 1994.

Colgó los botines en 2000 y dos años después comenzó su carrera de entrenador al frente del Atlante.

Ha dirigido a Potros, Veracruz, Tecos, Monterrey –con este club tuvo que resignarse con el subcampeonato al perder con los Pumas de Hugo Sánchez (Apertura 2004) y el Toluca de Américo Gallego (Apertura 2005)– y al América.

Durante estas experiencias como timonel Herrera se distinguió por sus constantes roces con los árbitros, lo cual le causó numerosas suspensiones.

En 2012 llegó a las Águilas –en el Clausura 2013 las llevó a ganar el título y en el Apertura 2013 ya las clasificó a la liguilla– con la encomienda de regresarlas al protagonismo y con el compromiso de moderar sus actitudes.