No puedo decir nada, se le escuchó decir apenas a Luis Gabriel Rey mientras señalaba al plantel que hasta hoy dirige Miguel Herrera, América, en la víspera de su presentación como nuevo entrenador nacional de la selección mexicana, y de cara al partido que este sábado sostendrá contra los Cementeros en el estadio Azul.

El entrenamiento de ayer de las Águilas fue a puerta cerrada y, salvo el lacónico comentario del delantero colombiano, el resto de los jugadores abandonó en sus lujosos autos las instalaciones de Coapa.

Los actuales campeones ni voltearon a mirar a los pocos seguidores que los esperaron durante varias horas en las dos puertas frontales de la instalación, mientras varios reporteros aguardaban la salida del Piojo, quien era confirmado como seleccionador, casi a la misma hora que continuaba su práctica.