La defensa rojiblanca, un desastre; abucheos al Guadalajara
Lunes 21 de octubre de 2013, p. 3
Guadalajara, 20 de octubre.
Ambos equipos acumulaban demasiados partidos sin ganar. Pachuca lo hizo por fin, después de 11 juegos en los que no vencía y vapuleó 3-1 a un maltrecho Chivas, que ahora suma 10 duelos sin conocer la victoria.
Los dos estaban desesperados, se notaba en sus acciones apresuradas y ansiosas por abrir el marcador. Tuzos estuvo a punto de marcar antes, pero la imprecisión y la premura arruinaron esas llegadas. El cuadro local también cometió pifias de cara al arco, pero fue el primero en anotar. Parecía que tras las fallas del Pachuca, el Rebaño capitalizaría lo que no aprovechó el rival.
Rafael Márquez Lugo abrió la cuenta rojiblanca con una jugada de pared con Carlos Fierro, quien le devolvió la pelota con un taquito espectacular. Márquez Lugo recuperó el balón y disparó de zurda para acercar a su equipo a lo que parecía por fin el camino de la victoria.
Nada más ilusorio porque el conjunto de Enrique Meza empezó a revolucionar en los contragolpes, beneficiado por una pésima defensa tapatía. Justo esa zaga defectuosa fue la que permitió que un centro de Daniel Ludueña llegara a Jurgen Damm y éste se colara al área, dejando atrás la marca para disparar al arco y conseguir el empate.
Chivas entonces empezó a mostrar signos de nerviosismo, un partido más sin victoria se volvió una amenaza muy viva. Y el síntoma fue una serie de reacciones desesperadas, algunas sin idea y otras con mala fortuna, que se estrellaban en el marco.
A punto de concluir el primer tiempo, un córner se convirtió en el tanto de desempate para Pachuca, cuando Othoniel Arce se levantó entre dos hombres para cabecear el 2-1.
En la segunda parte, la intensidad del juego bajó considerablemente. Un poco por agotamiento, otro por reacomodo.
Mientras tanto, Chivas parecía metido para lograr el empate, pero Pachuca estaba con el pulso más firme. Miguel Ponce estuvo a punto de lograr la igualdad cuando prendió de aire una pelota que se fue a unos centímetros del poste. Todos los aficionados tapatíos se llevaron las manos a la cara.
Cuando estaba más cerca de caer el tanto de los rojiblancos, Marco Bueno sentenció el partido en favor de los Tuzos. En una jugada con Duvier Riascos le metió un taconcito de fantasía, ante la complacencia de la zaga de Chivas, Bueno tuvo hasta para acomodarse y enviar un punterazo al fondo de la cabaña de Luis Ernesto Michel.
El Rebaño no pudo ganar y se fue abucheado por sus aficionados. Sumó su décimo juego sin hacerlo. Pachuca, en cambio, se sacudió esa terrible racha de 11 duelos sin alzar la mano. Con este resultado, los Tuzos sumaron 15 unidades, mientras los rojiblancos se quedaron con ocho en el sótano de la clasificación.