Plantea avalar reformas benéficas y rechazar las que atenten contra las personas
Hoy requerimos con urgencia unidad por México, afirma la aspirante a dirigente del PAN
Martes 22 de octubre de 2013, p. 8
Aspirante a la dirigencia nacional panista, Josefina Vázquez Mota considera que su partido debe convertirse en oposición seria y responsable, la cual debe decir sí a todo lo que abone al bien común y con energía rechazar las propuestas de gobierno que atenten contra la democracia, la libertad y las oportunidades que deben gozar los ciudadanos.
Un sistema político sin oposición que sea verdadero contrapeso se encuentra en la antesala de transformarse en dictadura, advierte en entrevista con La Jornada.
Afirma que espera piso parejo
en la contienda interna prevista para marzo próximo, en la que por primera vez los militantes panistas elegirán por voto directo y secreto a su presidente nacional.
Ex secretaria de Desarrollo Social y de Educación Pública en los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón, respectivamente, Vázquez Mota regresa de lleno a las actividades partidistas tras una ausencia de 15 meses, en los que, expresa, reflexionó sobre la derrota electoral que sufrió en los comicios presidenciales de 2012, cuando fue la abanderada del panismo, y en los que también tuvo apariciones públicas esporádicas en las campañas para las elecciones de julio pasado.
–¿Qué la hace valorar la posibilidad de competir por la presidencia del PAN? –se le pregunta en una amplia casona de las Lomas de Chapúltepec, habilitada como oficina.
–En Panistas por México (organización integrada por ex gobernadores y militantes conocidos) compartimos la preocupación de que el sistema democrático requiere de contrapesos.
“El PAN ha luchado por la democracia y el reconocimiento del poder ciudadano, pero hoy requerimos con urgencia unidad en el propósito que se llama México y ser una oposición responsable, seria, que le dice sí a las reformas que benefician a la población y no a las que atentan contra las personas.
La historia ha demostrado que cuando una democracia no tiene contrapesos suficientemente responsables, se va minando y cae en prácticas autoritarias.
–¿Cuándo se formalizaría su candidatura?
–Panistas por México me ha pedido considerar esta candidatura, que no he resuelto. Estoy esperando la resolución del Instituto Federal Electoral sobre los nuevos estatutos del PAN y la convocatoria para la contienda. En tanto, he venido dialogando con dirigentes y militantes sobre la construción de esta agenda, en la que nos planteamos como tercera vía (entre el calderonismo y el maderismo) de no confrontación y unidad en el propósito que es México.
–¿Qué le parece la actuación de Gustavo Madero?
–No quiero detenerme en adjetivos ni en temas de orden personal, porque justamente estoy convencida de que lo que requerimos es colocarnos por encima de las personas, para poner de frente a la institución y al país, en un momento en el que hay propuestas que colocan a México en una retrospectiva de pasado, y no de futuro.
–¿Cómo ve al PAN? ¿Cómo caracteriza la crisis que padece?
–Como en todas las instituciones, tiene claroscuros. La parte más luminosa es su militancia, que no se rinde. También observo un partido que tiene que terminar de dirimir y resolver su debate interno. Debe rencontrarse con sus orígenes y con la ciudadanía. Creo que hemos invertido demasiado tiempo en lo de adentro y ha llegado el momento de invertirle a estos esfuerzos con la población, para, por ejemplo, defender los avances democráticos.
–Luis Felipe Bravo Mena, ex dirigente nacional, dice que Acción Nacional ha derivado en tribus salvajes –se le comenta.
–Respeto lo que dice. Pero más que adjetivarlo me parece que ha habido momentos en la historia reciente del partido en los que hemos tenido una enorme dificultad de dirimir los conflictos internos y esto ha afectado iremediablemente su quehacer y el compromiso con la ciudadanía. Junto a la militancia heroica, trabajadora e inscansable, también hemos tenido grupos que han intentado mirar más por intereses propios que por la vida institucional. Por eso insisto en que no hay nada más importante que aportar por la vida institucional y regresar a actuar con los ciudadanos.
–¿Qué responde a correligionarios que le niegan credenciales para contender por la dirigencia el PAN, por su ausencia de la vida partidista y porque dejó al instituto en tercer lugar en las elecciones de 2012?
–Respeto esas voces, pero nunca me he ido del partido. Estuve al lado de los candidatos en las elecciones pasadas y también en un espacio de reflexión personal que creía indispensable despues de la contienda presidencial. Es muy perdedor tratar de personalizar una derrota.
Asumo la responsabilidad que me corresponde. Pero creo que si algunos militantes pretendiesen dejar la derrota en una sola persona, estaríamos perdiendo la gran oportunidad de mejorar institucionalmente al partido. Hay una historia que antecede a 2012 y en la que se perdieron las gubernaturas de Querétaro, San Luis Potosí, Chihuahua, Nuevo León y Yucatán.
–¿Qué dice a quienes minimizan su candidatura y sostienen que no le alcanza para ganar la jefatura del panismo?
–Ya viví una contienda interna y escuché muchas voces en este sentido. Fue una elección desafiante que ganamos gracias al apoyo de los panistas en 25 estados.