El compositor Ricardo Zohn llevó su Comala al Teatro Principal, en Guanajuato
cantata escénica
Miércoles 23 de octubre de 2013, p. 5
Guanajuato, Gto., 22 de octubre.
Una cantata escénica
, en la cual el movimiento dancístico/ actoral se impone a la música, es Comala, del compositor Ricardo Zohn, que se montó en la categoría de ópera
el lunes en un abarrotado Teatro Principal, en un Festival Internacional Cervantino (FIC) que momentáneamente se desacelera para recobrar bríos en la recta final de sus 19 días de duración, cuya jornada final será el próximo domingo. El Teatro Principal tiene un aforo para 425 personas y sólo 286 entraron con boleto.
En la versión de Zohn (Guadalajara, 1962) de la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, intervienen una soprano, un tenor, un narrador y un ensamble de cámara. En total, dos cantantes, nueve músicos, cinco actores y actrices. Comala es una musicalización de fragmentos extraídos de Pedro Páramo, consistente en 17 escenas.
La música corre a cargo de Bent Frequency, conjunto de cámara con sede en Atlanta, Georgia, mientras el aspecto dancístico/actoral es obra de la compañía Push Physical Theatre, fundada en Rochester, Nueva York, en 2000 por Darren y Heather Stevenson.
Terminada la función, Zohn, maestro de composición musical en la Eastman School of Music, entabló un diálogo con el público y explicó que siempre quiso una obra escénica aunque estaba consciente que eso era difícil, porque no es una cuestión operística, sino algo más abstracto. Todo está muy suspendido, muy representado. En el caso el Push Physical Theatre me atrajo el hecho de que son un grupo de naturaleza híbrida. Entonces, pensé que a lo mejor se pudieran conectar de un modo que no lo haría un director operístico
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Trabajo de casi dos décadas
Ricardo Zohn aseguró que no abordó la novela de Juan Rulfo como una moda: “Empecé a escribir Comala hace casi dos décadas de cierto modo, primero con una pieza, luego, con otra. En 2001 se conformó como una obra ya más armada y cada que se vuelve a presentar le añado un par de escenas. Eso algo inevitable. Releo el libro, ya me sé varias escenas de memoria, y se me ocurren más y más cuestiones.
“El aria que ahora se oyó con el tenor (James Lee Brown) y la guitarra (Dieter Hennings) lo terminé en el avión rumbo a los ensayos. Como son músicos de increíble calibre, hace que esto sea mucho más sencillo de montar. Comala es una obra sumamente difícil, pero con ellos no suena así”. La cantata a veces se presenta en una versión para concierto, y en otras para movimiento escénico.
¿Por qué el narrador? Porque se me antojó
, contestó Ricardo Zhon, quien enseguida explicó que esto tiene que ver con una decisión musical intelectualizada, es decir, Juan Preciado, narrador e hijo de Pedro Páramo, es un personaje vivo hasta que muere al final de la obra
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Para el compositor una de las metáforas más relevantes de la novela es la idea, un poco freudiana, de que Juan Preciado se tiene que morir para conectarse con quien es, porque antes de eso sólo ha vivido de lo que le narra la madre. Desde un punto de vista técnico es una manera de combinar un recitativo con el aria sin tener que partir en pedazos como sería en una ópera de corte más clásico
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Darren Stevenson, bailarín/ actor británico, admitió que desconocía el libro de Rulfo cuando Zohn le propuso la colaboración. En la medida que el trabajo de la compañía tiene mucho que ver con la improvisación, filmaba los movimientos y cuando Ricardo les decía que sí sabíamos, que íbamos por buen camino
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