Celedonio Monroy Prudencio fue secuestrado hace un año por un grupo de pistoleros
Miércoles 23 de octubre de 2013, p. 37
Un año después de la desaparición del líder indígena Celedonio Monroy Prudencio, en la sierra de Manantán, en el sur de Jalisco, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha logrado avance alguno en las investigaciones, aseguró el presidente de la comisión de asuntos Indígenas del Congreso local, Clemente Castañeda Hoeflich.
Las autoridades no han sido capaces de generar seguridad en la zona. En junio, otro dirigente indígena, Gaudencio Mancilla, fue amenazado y estuvo a punto de correr la misma suerte que Celedonio y su hermano Agustín Mancilla, también desaparecido
, acusó el diputado de Movimiento Ciudadano.
El 23 de octubre de 2012 un comando irrumpió en la casa de Monroy Prudencio, en la comunidad Loma Colorada, municipio de Cuautitlán de García de Barragán, encañonó a la familia, preguntó por la existencia de armas y secuestró al activista.
Celedonio Monroy denunció públicamente tala ilegal en la sierra de Manantlán, rica en especies de maderas preciosas como caoba, cedro rojo, cedro blanco, primavera y granadillo, así como en hierro.
En conferencia de prensa en Guadalajara, Castañeda Hoeflich recordó qeu, según la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en 2012 Jalisco concentró 10 por ciento de las desapariciones del país, con unos 2 mil 200 casos.
Castañeda señaló que cada vez que pregunta al fiscal Luis Carlos Nájera Gutiérrez sobre la indagatoria, el funcionario sólo responde: Se está investigando
.
Recuerdan a barzonistas
Habitantes del ejido Benito Juárez, municipio de Buenaventura, Chihuahua, conmemoraron el primer aniversario del asesinato del dirigente barzonista Ismael Solorio y de su esposa, Manuela Solís, quienes encabezaban un movimiento contra la minera canadiense Mag Silver y su filial mexicana, Minera Cascabel, que exploraban la zona.
La FGE sólo ha dado a conocer que el supuesto homicida, Juan Ismael Granillo Chavarría, murió en un enfrentamiento con la policía estatal en el poblado El Sueco. Sin embargo, esta versión no convenció a la familia de las víctimas ni a los dirigentes de organizaciones sociales, que exigen detener a los autores intelectuales.
En esta región el agua apenas alcanza para los cultivos; sin embargo, un grupo de labriegos cedió sus derechos ejidales al proyecto minero, lo que generó divisiones. Este martes los habitantes del ejido Benito Juárez llamaron a la comunidad a reconciliarse.