Vilma Fuentes presentó en la feria del Zócalo su libro Calzada de los Misterios
Si uno pretende ser leído, hay que ser claro; me cansa el lenguaje almidonado
Domingo 27 de octubre de 2013, p. 4
La escritora, ensayista, periodista y traductora Vilma Fuentes afirmó que el valor de la escritura está en la claridad del lenguaje: Si uno pretende ser leído, hay que ser claro. Me cansa y me fastidia tanto el lenguaje almidonado que requiere buscar palabras en el diccionario que no tienen sentido y no son necesarias
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En la edición 13 de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo, la colaboradora de La Jornada, acompañada del editor del Fondo de Cultural Económica, Tomás Granados, presentó el miércoles su libro Calzada de los Misterios y compartió con el público el origen de la historia y cómo ha sido su experiencia en el mundo de la literatura.
En el encuentro el editor del FCE se refirió a la sencillez y transparencia de la prosa de la autora. Señaló que sus textos pueden leerse en voz alta debido a su puntuación y estructura; enseguida comenzó un diálogo con Fuentes acerca del libro y su proceso de escritura.
“El personaje principal es un adulto que recuerda su niñez –la niña no soy yo–, pero algunas situaciones son reales, por ejemplo: el colegio francés al que va o los grandes terrenos baldíos donde ahora hay enormes construcciones. La niña cuenta todo esto que es su presente sin ninguna nostalgia, aquí no hay dolor; ella ve todo y va descubriendo el mundo”, explicó al escritora.
A partir del ejercicio de la imaginación y la memoria, Vilma escribió el libro Calzada de los Misterios, que narra la vida de una niña, Pingo, quien ve crecer la ciudad de México y al mismo tiempo descubre la magia de la lectura y se pregunta, ¿por qué se escribe?
Los libros de la autora son diferentes, todos obedecen a ese momento de creación y de búsqueda de lo desconocido. En el caso de Calzada de los Misterios, la autora recordó que el punto de partida de su escritura fue la traducción que realizó de El ladrón del tiempo, pues en éste el protagonista quiere ser escritor, algo similar ocurre en su libro, donde una mujer relata cómo fue su infancia, su acercamiento con la lectura y el deseo de escribir.
Un aspecto del texto, que el editor subrayó, es que la protagonista a lo largo de la historia reconstruye sus primeros encuentros con la lectura y los comparte con sus amigos; también le sorprendió cómo describe Vilma las cosas cotidianas, como el recorrido en autobús de la casa a la escuela de una niña en los años 50.
Así, en pleno corazón de la ciudad de México, Vilma Fuentes compartió los misterios de su libro, cuya historia gira en torno a una niña que crece junto con su ciudad. Al final, la autora firmó algunos ejemplares de su libro a los lectores que acudieron al encuentro editorial, a pesar del intenso frío.