Mariana Juárez ya se cansó de esperar a la campeona supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Zulina Muñoz. Está convencida de que la evitan por temor a perder el título. Por eso, asegura que la sobreprotegen y están haciendo trampa para que pueda dar el peso.

No voy a dar los nombres de quien pienso que la ayuda, pero yo me doy cuenta por su complexión y lo que me costó trabajo a mí en mosca, agrega.

La Barbie admite que siente frustración porque quería ese cinturón y porque había ganado la oportunidad para disputarlo como retadora oficial, pero la negativa del equipo de la Loba –explica– amparado en las negociaciones en las que pretende ganar un millón de pesos, prácticamente hace imposible un acuerdo.

“Lo único que buscan es evitar la pelea, pero será una campeona triste y sin historia, que se sostiene sobre bases muy frágiles.

Ellos están conscientes de que un combate conmigo les convendría económicamente, pero saben que estarían en peligro, entonces ya mejor dejarlo así, asegura.

La obligación de llegar a un acuerdo según el reglamento del CMB tampoco será exigido por la Barbie, debido a que el presidente del organismo se encuentra delicado de salud. Por eso no quiero removerle.

La salida será subir a la división gallo, en la que Juárez buscará un tercer título en igual número de categorías.

Soy la única mexicana con dos cinturones en distintas divisiones. Ahora busco ser la primera con tres y olvidarme del tema de Zulina, que no va a ceder y terminará exponiendo el cinturón ante flanes, señala.

Yo sigo siendo una peleadora reconocida, con una historia en el boxeo femenil, pero sobre todo con el orgullo de que nunca le di la vuelta a nadie y me enfrenté a las mejores de mi deporte, concluye la Barbie, la noche en que fue ingresada al Salón de la Fama del boxeo mexicano.