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95 años después se vuelven a coronar en su casa; es su tercer campeonato en una década

Medias Rojas de Boston conquistó la Serie Mundial de beisbol

En el sexto juego apalearon 6-1 a Cardenales de San Luis; David Ortiz, el jugador más valioso

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El arbitro Adam Wainwright marca safe en la registradora a Jonny Gomes, de Boston, concretándose un rally productor de tres carreras, durante la tercera entrada del sexto encuentro de la Serie Mundial. Observan Jacoby Ellsbury, Xander Bogaerts y David Ortiz, de Medias Rojas, y el receptor Yadier Molina, de Cardenales de San LuisFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de octubre de 2013, p. a43

Boston, 30 de octubre.

Medias Rojas de Boston venció este miércoles 6-1 a Cardenales de San Luis en el sexto juego de la Serie Mundial, para conquistar el título de las Grandes Ligas y sumar su tercer campeonato en los recientes 10 años.

Esta noche, Boston, que se coronó también en 2004 y 2007, contó con el pitcheo sólido de John Lackey y con la aportación ofensiva de Shane Victorino, quien produjo cuatro carreras.

En la parte baja de la tercera entrada, Victorino pegó el batazo clave, que llevó a la caja registradora a Jacoby Ellsbury, David Ortiz y Jonny Gomes. Las tres carreras marcaron el rumbo definitivo del partido.

Mike Napoli y Stephen Drew (con un cuadrangular en la cuarta entrada) también remolcaron carreras. Cardenales descontó en la séptima entrada con un imparable de Carlos Beltrán que llevó al plato a Daniel Descalso.

El derrotado fue Michael Wacha (1-1) que en tres episodios y dos tercios fue castigado con cinco imparables, un jonrón y seis carreras limpias; dio cuatro bases y retiró a cinco bateadores por la vía del ponche. Wacha guardó para el partido decisivo su peor labor en el montículo.

David Ortiz, quien rompió o empató varias marcas en la Serie Mundial, fue seleccionado como el Jugador más valioso. Promedió .771 y conectó 11 hits en 15 turnos al bate, incluyendo dos cuadrangulares y seis impulsadas.

Me siento increíble, dijo Ortiz al levantar el trofeo que lo acredita como el más valioso.

Esto es para tí, Boston: pasaron por muchas cosas malas este año, añadió al referirse al atentado terrorista en el maratón.

Gracias a Dios por esto, por la oportunidad de estar aquí; fue un año muy difícil por la situación que pasamos, pero le agradezco a él todo, agregó. Luego se unió a los festejos en los vestidores.

Tuvieron que pasar 95 años, desde la época de Babe Ruth –una leyenda del beisbol–, pero de nueva cuenta el Fenway Park fue el escenario en que Medias Rojas conquistó el Clásico de Otoño, ante su afición. La última vez había sido en 1918.

En ese entonces, su campo era conocido como Yawkey Way y en él vencieron 2-1 a Cachorros de Chicago en el sexto juego, para ganar la Serie Mundial.

Fue una noche eléctrica en el Fenway Park, con los fanáticos de pie y gritando desde el primer lanzamiento.

Lackey cubrió seis entradas y dos tercios, permitiendo nueve imparables. Pero los Cardenales sólo pudieron anotarle una carrera, en una noche en la que dejaron a nueve hombres en las almohadillas.

Koji Uehara sacó los tres últimos outs, el tercero con un ponche abanicándole a Matt Carpenter.

Lackey se convirtió en el primer lanzador en abrir y ganar un juego que definió el título del Clásico de Otoño, con dos equipos distintos, pues en su año de novato superó a los Angelinos de Barry Bonds en el séptimo juego de la edición de 2002.

Los Medias Rojas son ahora, junto a los Mellizos de Minnesota, los únicos clubes que se proclaman campeones tras haber quedado en el último lugar de su división el año previo.

San Luis, en cambio, se desplomó perdiendo los tres últimos juegos de la serie. Los dirigidos por Mike Matheny perdieron el rumbo luego de adjudicarse la victoria en el tercero, un partido que se decidió con una insólita jugada de obstrucción.

Apenas Boston tomó ventaja de 6-0, la policía empezó a movilizarse en los alrededores de las calles Lansdowne, Van Ness y Yawkey, anticipándose a los festejos.