París, 31 de octubre.

El presidente de Francia, François Hollande, insistió en que los clubes de futbol tendrán que hacer frente, a partir de 2014, al nuevo impuesto de ricos en el país.

El mandatario recibió en el Palacio del Elíseo a los dueños de los equipos para informarles que no tiene intención de revocar o dejarlos exentos de un impuesto de 75 por ciento a los salarios que superen el millón de euros al año, pese a una amenaza de que no habría partidos.

Los propietarios de los clubes esperaban que el encuentro con Hollande sirviera para suavizar la medida, evitando especialmente la retroactividad. Querían que por lo menos el nuevo impuesto sólo se aplicara para los futuros contratos de jugadores, no para los ya firmados, pero la ministra de Deportes, Valerie Fourneyron, aseguró que el asunto estaba cerrado tras la reunión.

El impuesto a los salarios superiores al millón de euros es un golpe para tres de los principales clubes franceses: Paris Saint-Germain, Olympique de Marsella, Olympique de Lyon.

Catorce de los 20 equipos de la primera división se verán afectados por la ley. Paris St Germain, dominado por fondos qataríes, será el más perjudicado, mientras Mónaco, propiedad de un multimillonario ruso, se verá exento por no estar afectado por las leyes francesas.

El PSG, que gastó más de 200 millones de euros en transferencias desde que Qatar Sports Investments se hizo cargo del club en 2011, pagaría unos 20 millones de euros, aproximadamente la mitad de lo que deberán desembolsar todos los clubes.

El presidente de la Asociación de Clubes, Jean-Pierre Louvel, informó que se mantendrá la huelga prevista para la jornada que se disputará entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre.