Gustavo García, crítico de cine, historiador y académico, falleció este jueves luego de una complicación respiratoria derivada de una cirugía de abdomen que lo mantuvo hospitalizado desde junio pasado.

Nacido en Chiapas en 1954, ejerció en la prensa, radio y televisión la crítica cinematográfica, ofreciendo una visión profunda y polémica. Fue profesor durante más de tres décadas de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México; enseñó géneros periodísticos e historia del cine mexicano en la Universidad Autónoma Metropolitana, en la que compartió con sus alumnos sus reflexiones y su pasión por el séptimo arte.

Gustavo García a través del cine encontró una ventana de análisis de la naturaleza humana. Muchos de sus alumnos recuerda que durante sus clases los alentaba a ver de todo, pues las visiones exclusivamente académicas alejan a los verdaderos cinéfilos del contacto con la cultura popular, reflejo de toda sociedad, decía.

Apasionado de las películas clásicas, pero de mirada contemporánea, entró en polémica más de una vez por defender su visión acerca de una cinta, un actor o una secuencia.

Realizó análisis de la historia y los procesos por los que ha transitado la cinematografía para su producción a lo largo de las décadas en diversas publicaciones nacionales, como la revista Intolerancia, que fundó hace más de una década.

Entre los libros que publicó destacan El cine mudo mexicano (1983), La década perdida/El cine mexicano de los cincuenta (1985), No me parezco a nadie. La vida de Pedro Infante (1995), Pedro Armendáriz (1996) y Nuevo cine mexicano (1997).

Siempre defendió el cine mexicano. Afirmaba: “Si alguien quiere hacer una película en México en la que el héroe sea un policía, pero considera que nadie lo va a creer, por nuestro sistema corrupto, entonces algo está pasando. De ahí la importancia de crear una ficción que supere y altere esa realidad, debemos de entender las claves de Ismael Rodríguez, de Emilio Indio Fernández, la manera como supieron vender a México y su riqueza”.

García aseguraba: El cine es la suma de tantos estímulos del espíritu humano que te lleva a la música, a la literatura, a la estética, a la fotografía e incluso a la política. La literatura misma ha quedado muy dividida frente a lo que el cine puede mostrar.