Reactor a 9 años: retrospectiva y futuro incierto
ras la salida el 30 de septiembre pasado, de Marcelo Lara como gerente de la emisora pública Reactor 105.7, perteneciente al Instituto Mexicano de la Radio (IMER), la cual transmite con gran audiencia, prácticamente sin competencia alguna, un contenido musical para jóvenes de todos los sectores y un amplio rango de edades (de entre 15 y 35 años, aproximadamente), el temor de que este espacio de difusión pudiera desaparecer es latente, tanto entre escuchas como entre gente de medios en la ciudad de México. Con todo, la estación que ha visto desfilar por sus micrófonos a figuras que han hecho vida profesional dentro de la misma y luego fuera de ella (Raúl David Rulo, lleana Rodríguez Reclu, Francisco Alanís Sopitas, Julio Martínez Ríos, entre otros), sigue al aire. ¿Lo seguirá estando al iniciar 2014? Ni los que están dentro lo saben, o al menos así lo declaran. La incertidumbre lo permea todo, sobre todo porque desde la fecha citada, no se ha designado a nadie más en el cargo gerencial. Lara mencionó a Evaristo Corona El Golfo, locutor y uno de los titulares del área de Programación, como posible sucesor, pero ello tampoco ha ocurrido.
Mientras tanto, los que iniciaron con el slogan Todas las Alternativas
cumplirán 9 años al aire el martes 12. A casi una década, es el mismo Golfo, que ha laborado ahí desde su inicio, quien hace para este espacio una retrospectiva de lo que ha significado este periplo:
Nos sentimos orgullosos de haber sido el canal a través del cual muchas bandas se han dado a conocer. Todo el tiempo estamos presentando música nueva. Hemos sido un proyecto muy honesto, relacionado con el amor por la radio. Desde el inicio nos propusimos que eso queríamos hacer: radio. No más. No conciertos ni festivales, que generan muchos ingresos a otras emisoras. Elegimos difundir música que no sonaba en otra radio: Austin TV, Quiero Club, Niña, Porter, etcétera
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Al preguntársele si siente que Reactor ha incidido en la cultura popular de la capital, asiente: “Sí, hemos notado cómo quien nos escucha tiene un nuevo amor por la lectura, el arte, la cultura. Cuando empezó Reactor, no había una estación de este formato que diera mucho espacio a los autores. Jordi Soler lo hacía de noche en Radioactivo; Rock 101 también, pero igual de noche. Ahora aquí a toda hora hay grupos hablando de su nuevo disco, un director hablando de su película, un escritor hablando de su libro. Eso es muy importante. Y los más jóvenes no le cambian, se han habituado a escucharlo. Ya no sólo hablamos de música. Siento que hemos ayudado a expandir fronteras culturales”.
Respecto del aprendizaje que les ha dejado esta emisora, expresa: “Hemos cambiado a la par de los fenómenos culturales, donde destaca la forma en que ahora consumimos música, conciertos: uno de los cambios más significativos. Vivimos la aparición de las redes sociales como Myspace, que ayudó a acercar a la gente a la música, y luego Twitter. Si hace nueve años nos hubieras dicho que íbamos a tener ese intercambio tan inmediato con el público, no lo habríamos creído. Antes era cosa de una sola vía. Ahora el intercambio de ideas es constante”.
Ahora la gente puede hacer sus propias playlist de música digital, entrar a blogs o sitios de streaming. ¿Qué es lo que sigue haciendo que la gente oiga radio, y en particular, Reactor? Golfo: “Lo que hacemos diferente es que transmitimos talento nuevo. Es difícil que halles en Internet playlists con canciones nuevas. Si entras a Spotify no hallarás música de Oh Tortuga, Apache O-Raspi o Aarón Bautista, por citar ejemplos de este año. Claro que hallarás lo nuevo de Jake Bugg o de Haim, pero lo que tratamos, es de mostrarlo de forma avanzada, ser un filtro y acompañar la música con comentarios de gente a la que nos apasiona la música. Además cada uno tenemos distintos antecedentes y formación, lo cual es bueno porque cada uno generamos ese vínculo y personalidad, así que completamos o balanceamos al aire con información que creemos va a interesar. Esa retroalimentación de la que hablaba sirve para saber qué programar, pero tampoco del todo. También nos gusta el ‘peligrómetro’: poner cosas arriesgadas que sabemos no a todos va a gustar. Nos gusta incomodar con propuestas que puedan ‘sacar de onda’, si no, todo sería plano. Tratamos de representar todo lo que hay sonando, pues no puedes ponerlo todo: sólo hay un número de horas al día y dar balance a todo en una sola estación, es muy complicado. La solución es que haya más estaciones, no ser los únicos”.
–A propósito, ¿cómo ves a Reactor en el panorama radiofónico? ¿Por qué crees que no hay más empresas que apuesten por radio para jóvenes?
Corona: “Nos gustaría que hubiera más estaciones que difundieran lo que se hace en México. Si fuera así, cada una reforzaría su personalidad; al haber competencia, encontraría cada una su público. La radio juvenil puede ser buen negocio, hay muchos jóvenes en la ciudad. No sabemos por qué no lo hacen. Quizá porque las bandas que difundimos aquí no tienen la estructura de las compañías discográficas. Aquí dependes del ritmo de las bandas independientes; en el pop la máquina no se detiene y está forzada a editar discos todo el tiempo. Para difundir grupos que no están en ese esquema, requieres invertir más tiempo y esfuerzo: días y horas de oír demos que nos trae la gente; oír y hallar los grupos que están sonando. ¿Crees que otras estaciones dejan que la gente les lleve su música, como nosotros? No. Es chamba pesada. Y pocos están dispuestos a hacerla”.
Sobre el futuro incierto de Reactor, Golfo afirmó no saber qué pasará. “Nos encanta lo que hacemos y queremos seguir peleando por ello. Hemos sido una estación de pensamiento muy abierto, no de izquierda, pero sí con programas abiertos a comunidades como la ciclista, de reggae, de ska; la lésbico-gay, la de comics y videojuegos, de metal, etcétera. Hemos sido una estación que ha rendido frutos, que ha sido exitosa. Mi deseo es que siga habiendo canales para que la música pueda encontrar su camino hacia los oídos del púbico. Ojalá siga siendo Reactor ese canal. Y si no lo es, que no seamos los únicos, sino que haya más estaciones donde los grupos hallen su lugar”.
Twitter: patipenaloza