El presidente Enrique Peña Nieto dejó al criterio del Congreso de la Unión la definición y el alcance que tendrá la eventual reforma energética.

El gobierno de la República seguirá trabajando para impulsar la eventual aprobación de esta reforma. Pero está en las atribuciones del Congreso de la Unión definir cuál es el punto de conciliación que hay entre las distintas propuestas que se han hecho en esta materia, y que yo espero, a final de cuentas, lo que sí depare para el país sea un nuevo andamiaje jurídico que haga de México una potencia energética, dijo.

Al participar en el foro anual La cumbre de México 2013: el próximo capítulo, organizado por The Economist, Peña Nieto insistió en que las premisas de su propuesta de reforma han sido claras: el Estado mexicano mantiene la rectoría y la propiedad de los hidrocarburos. Esta condición no será afectada ni habrá de cambiar, afirmó.

Dijo que su gobierno trabaja por ésta y otras reformas estructurales que el país necesita para desatar el verdadero potencial económico. Pero en el caso de la energética, aclaró que México no puede ser omiso ni soslayar lo que está ocurriendo en el mundo.

Advirtió que ante el gran avance que en la materia ha tenido Estados Unidos, se corre el riesgo de que las inversiones productivas podrían irse a otra parte, precisamente a donde la energía es más barata. Por ello, es necesario que México se convierta en un país que explote más sus recursos y genere mayor competitividad en la oferta de insumos energéticos.

Ante especialistas y analistas financieros reunidos en un hotel de Santa Fe, el Presidente hizo un recuento de sus primeros 11 meses de gobierno, de las reformas aprobadas por el Congreso y de otras que están pendientes, y en algunos casos con leyes secundarias en proceso, como la laboral, la educativa, la de telecomunicaciones y la de competencia económica, así como la hacendaria.

Dijo que el clima de estabilidad del país se debe al aporte y la participación de todas las fuerzas políticas, que en un contexto de madurez y civilidad democrática están discutiendo la reforma política.

Entre los temas que trató, hizo referencia a la estrategia que ha seguido su gobierno en materia de seguridad, la cual, dijo, recoge los aciertos del pasado con la aplicación de nuevas políticas para lograr mayor eficacia.

Aclaró que los logros en la reducción de los índices de violencia no son más que signos alentadores, y sostuvo que estas acciones deben ir acompañadas de otras, pues está política no garantiza la condición de tranquilidad. Debe acompañarse de otros esfuerzos. Uno muy importante: los logros que en materia económica tengamos en los próximos años.

Peña Nieto recordó que está a menos de un mes de cumplir su primer año de gobierno: Estoy muy optimista ante el clima político y económico que hoy tiene nuestro país, que en el corto y mediano plazos habrán de verse los frutos de algunas de estas acciones, dijo, después de señalar que unos se podrán observar en 2014, cuando el crecimiento de la economía sea mayor.

Además, el presidente Peña precisó que su gobierno está resuelto a mantenerse en el mismo plan de acción para concertar las reformas que posibiliten al país tener un horizonte de mayor esperanza y bienestar social para los mexicanos. Este gobierno no se ha despegado un ápice de lo que claramente comprometió ante los mexicanos.