A los festejos con motivo del Año Nuevo que tuvieron lugar en la glorieta de la Palma, en  el Paseo de la Reforma, la noche del 31 de diciembre y las primeras horas del 1º de enero acudieron unas 50 mil personas, informó el Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Los asistentes disfrutaron del espectáculo de juegos pirotécnicos y con imágenes de los edificios emblemáticos de las 16 delegaciones se realizó el conteo regresivo para recibir 2014.

El evento se realizó sin mayores incidentes, aunque el director del DIF-DF, Gamaliel Martínez Pacheco, fue recibido con rechiflas cuando se disponía a dar el mensaje de Año Nuevo en representación del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa. Sin embargo la situación fue superada con la salida al escenario del grupo Ángeles Azules.

El nuevo ciclo fue recibido con música del grupo Merenglass, que cerró las actividades hasta las primeras horas del miércoles, que incluyeron la participación del diyéi Memo Acevedo y la realización de una romería.

Por otra parte, las autoridades capitalinas ofrecieron una cena especial de Año Nuevo a los 4 mil residentes de los 10 albergues para personas en situación de abandono, que incluyó pasta italiana, lomo a la crema de champiñones y ensalada de manzana.

Mientras, en los 60 comedores públicos del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS) del Distrito Federal se sirvieron 9 mil 580 raciones de comida con un menú especial compuesto de espagueti en salsa de tomate, acompañado de barbacoa de pollo con nopales y agua de fruta.

La policía capitalina reportó saldo blanco tras las celebraciones de Año Nuevo y el concierto realizado por este motivo en el Paseo de la Reforma.

Para el espectáculo musical, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) desplegó mil 33 elementos de las diferentes áreas operativas, apoyados con 135 vehículos.

Sólo 15 personas fueron remitidas ante el juez cívico por ingerir bebidas embriagantes en la vía pública o participar en altercados, sin que en ningún caso pasara a mayores.

Ayer, durante la primera mañana del año las calles de la ciudad de México lucieron desiertas, pues la mayoría de los capitalinos prefirieron quedarse en sus casas, por lo que el flujo vehicular fue escaso.

La mayor parte de los comercios, salvo algunos restaurantes, permanecieron cerrados y las actividades laborales fueron escasas, ya que para la mayoría de los capitalinos fue día de asueto.

Sin embargo, la víspera del Año Nuevo dos hombres fueron atacados con amas de fuego cuando viajaban en su auto en el barrio La Candelaria Ticomán, en la delegación Gustavo A. Madero. Uno falleció en el lugar y el otro fue trasladado a un hospital para su atención.