Un día antes de que venciera el contrato entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Fumisa, las autoridades se apresuraron a distribuir entre locatarios de la Terminal 1 que tienen contratos con la empresa una carta sin membrete y sin firma en la que se advierte que partir del primero de enero la terminal aérea arrendará de manera directa y sin intermediarios los espacios comerciales.

En la misiva, con fecha 30 de diciembre de 2013, de la que tiene copia La Jornada, las autoridades del AICM dan a los inquilinos un plazo de 24 horas para comunicarse con ellos, advirtiéndoles que si tienen la intención de mantener el local que utilizan para su negocio es indispensable que contacten antes del 31 de diciembre a la Dirección Comercial del AICM para celebrar el contrato de arrendamiento de 2014, de lo contrario violarían la ley.

Le recordamos que en caso de mantener de forma ilegal la posesión del local, su posición sería contraria a la ley y podría ser causa de responsabilidad, por infringir las disposiciones de la Ley General de Bienes Nacionales (artículos 140 y 150). Lo anterior, con independencia de las responsabilidades mercantiles, fiscales y de otro tipo que su empresa podría incurrir, en adición a los daños y perjuicios que pudiera ocasionar.

Por el contrario, la inmobiliaria desmintió que el aeropuerto capitalino tenga la posibilidad de arrendar los espacios comerciales de la Terminal 1, ya que el contrato que tiene para explotar dicha zona comercial continúa vigente.

La posesión de los bienes continúa con nosotros, en el momento en que nosotros sepamos o tengamos alguna evidencia de que el aeropuerto se apropia de algunas rentas que no le corresponde o que entorpece nuestra operación de estacionamiento o aeropasillos, en ese momento recurriríamos a las instancias legales, aseguró el director de Fumisa, Ruffo Pérez-Pliego, en conferencia telefónica con medios de comunicación.

Más tarde comentó en entrevista que la adquisición de los bienes continúa con Fumisa y que en cuanto sepan o tengan evidencias de que el AICM se apropie de algunas rentas que no le corresponden o que entorpezcan su operación del estacionamiento, aeropasillos, recurrirían a instancias legales.

El contrato firmado con el AICM establecía que la empresa tenía derecho a explotar los espacios comerciales por un periodo de 20 años o, en su caso, hasta lograr una tasa interna de 12.82 por ciento de la inversión desde 1991. Si la tasa se hubiera alcanzado, el contrato terminaba, en efecto, el 31 de diciembre, pero agregó que no llegaron a dicha cifra. La rentabilidad acumulada al cierre de este año, desde 19991 a diciembre de 2013, la tasa interna de retorno en la actualidad es menor de 6 por ciento, menos de lo estipulado.

Pérez-Pliego estimó que la empresa debe explotar una década más el arrendamiento de los locales. El monto de la inversión realizado por Fumisa en 1991 fue de mil 200 millones de pesos, que ajustados a la inflación son hoy aproximadamente 4 mil 900 millones de pesos.

A pesar de que los comercios operan con normalidad, locatarios señalaron que el pleito ha propiciado confusión ante la falta de información. El lunes pasaron los del aeropuerto a entregarnos esta carta para que la diéramos a nuestros representantes jurídicos. Hasta el momento no sabemos si estamos con Fumisa o con el aeropuerto, dijeron los afectados.

Al final del documento se reitera que el único facultado para arrendar locales es el AICM por lo que cualquier otro contrato celebrado con persona distinta no tiene validez jurídica y podría configurar un fraude. Asimismo, consignar la renta ante autoridad judicial no subsana su situación jurídica irregular como subarrendatario o poseedor ilegal de bien público.