París, 3 de enero.

Diego Quemada-Diez, director de La jaula de oro, película mexicana más premiada en 2013, ganó el prestigioso galardón al mejor realizador del año que otorga la Fundación Satyajit Ray.

En un comunicado, la fundación, que lleva el nombre del principal cineasta de India, anunció la concesión del galardón a Quemada-Diez por su excelente filme, que relata el trágico viaje de un grupo de jóvenes inmigrantes hacia Estados Unidos.

Diego Quemada-Diez se mostró sólido en su primer filme como director, en el que extrae una actuación absolutamente creíble de su destacado joven elenco de actores, subrayó el presidente, Clyde Jeavons.

La fundación eligió el año pasado al director de origen español naturalizado mexicano entre varios centenares de realizadores que participaron en la más reciente edición del festival de cine británico BFI London FF, en el que intervino el largometraje que en marzo de 2014 se estrenará en Reino Unido.

“Me hace mucha ilusión, pues Satyajit Ray ha sido uno de los directores cuyos filmes me han influido. Entre mis películas favoritas figuran algunas suyas, la trilogía de Apu y The music room. Estoy feliz, S. Ray es uno de los maestros”, declaró Quemada-Diez.

El director de La jaula de oro, filme que en la India ganó hace meses el premio Golden Gateway del Festival de Cine de Bombay, elogió al cineasta indio que da nombre al galardón recibido, del que precisó que no incluye dotación económica, pero sí un bonito trofeo.

“Estudié varios libros suyos y algunas de sus recomendaciones las seguí en La jaula (...) como filmar los ensayos”, reveló el cineasta nacido en España y quien el año pasado recibió además el galardón a mejor nuevo director en el Chicago International Film Festival.

En relación con el enorme número de premios que ha recibido la cinta, entre ellos el de mejor reparto en el pasado 66 Festival de Cannes, Quemada-Diez apuntó que ya ha obtenido 41 reconocimientos internacionales desde que se estrenó en el puerto francés en mayo.

Ha sido un largo esfuerzo. Han sido 10 años desde la idea, muchas personas me han ayudado a hacerla realidad, muchos testimonios crearon la narrativa y los personajes, explicó.

Precisó: esta película es un testimonio colectivo que tuve el honor de canalizar para dar voz a personas que pedían ser escuchadas por la impasibilidad de los gobiernos ante la desigualdad norte-sur. Es nuestra esperanza que haya un impacto positivo en la realidad de los migrantes mexicanos y centroamericanos en Estados Unidos y México.