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El propósito es crear cuadros de gente preparada para gestionar exposiciones y museos

Museo expuesto abre el laboratorio curatorial universitario, el primero en su tipo en el país

La primera parte consiste en trabajar la colección 1950-1990 de la UNAM, explicó el historiador de arte James Oles

La muestra se puede visitar en el CCU de Tlatelolco

Foto
Aus den sieben Tagen (K. Stockhausen), de Kazuya Sakai. Acrílico sobre tela, 1976 (detalle), MUAC/UNAM
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de enero de 2014, p. 4

Muchos son los laboratorios que tiene la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre ellos de química, biología marina y agricultura, y ahora tiene uno más: el curatorial universitario, el primero en el país.

Ubicado en la recién renovada Sala de Colecciones Universitarias, del Centro Cultural Universitario (CCU) Tlatelolco, donde estuvo varios años en comodato la colección Andrés Blaisten, el nuevo laboratorio presentará obras en circulación permanente, pero bajo el concepto de evidenciar los procesos museográficos y educar el público al respecto.

El laboratorio curatorial abrirá con el proyecto de dos años de duración, Museo expuesto, curado por el historiador de arte James Oles, cuya primera parte consiste en trabajar la colección de arte moderno de la UNAM 1950-1990.

Para la segunda, alumnos de la maestría de estudios curatoriales organizarán siete pequeñas muestras simultáneas, sobre diferentes temas, utilizando también las colecciones universitarias, no sólo de arte, sino de todo tipo. El coordinador de la sala, Julio García Murillo, es de la primera generación de la maestría. Se trata de formar cuadros de gente preparada no sólo para que sean curadores, sino que con el tiempo puedan dirigir museos.

Invitado por Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, y Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales, a ayudarles a animar este espacio que estaba por cerrarse, Oles dice que si bien amaba el proyecto anterior, tenía la visión de que éste es un espacio universitario y, por tanto, debería tener una función didáctica, a servicio de la UNAM y sus bastas colecciones.

De acuerdo con el entrevistado, ya hay muchos museos en México, de allí que no quería hacer uno más. Se le puso el título de Museo expuesto, porque se trata de un museo vuelto al revés, en el que en vez de lucir una colección, tiene que ver con los procesos y discursos de estos espacios al utilizar obras relevantes de la colección de la UNAM para ilustrar 15 puntos básicos: registro, embalaje, historia, inventario, iluminación, conservación, montaje, artista, réplica, archivo, exposición, cubo blanco (las obras de Carlos Mérida se exhiben en una sala de muros blancos, luz perfecta, sin cédulas, a modo de un templo), cédula, múltiples e investigación.

Las obras seleccionadas, de un acervo de aproximadamente mil 77 de la colección de arte moderno y contemporáneo de la UNAM, ubicada en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, permiten entender cómo funcionan los museos.

Oles explica: Hay ejemplos de todos los fotógrafos incluidos en la colección, en orden alfabético, desde Enrique Bostelmann hasta Gerardo Suter. Las fotos no tienen nada que ver entre sí, un inventario no es una curaduría, sino un listado. Es uno de los fundamentos básicos del museo, porque permite al curador saber qué hay en la colección y allí generar exposiciones. El inventario también te dice lo que no hay, como nada de Manuel Álvarez Bravo, y eso te permite sugerir lo que deberías de tener. De allí que dos de las obras son de Lourdes Grobet y Pablo Ortiz Monasterio, que tampoco pertenecen a la colección.

Académico del Wellesley College, en Massachusettes, Oles revisó la colección a secas y se dio cuenta de que había obras como la de Kazuyo Sakai que quería exponer. Pero, ¿cómo?: “También hay obra de Vicente Rojo; entonces, puedo hacer algo sobre la abstracción y, bueno, a Arnoldo Cohen no lo tenemos, pero deberíamos; de allí que conseguimos algunos préstamos. Ya que tenemos la réplica de Corredor blanco, de Helen Escobedo, que estuvo en la muestra La era de la discrepancia, Miguel Escobedo prestó obra de su hermana para dar más sentido a su trabajo”.

También se exhiben 14 dibujos que hizo Diego Rivera para el estadio de Ciudad Universitaria, que se contrastan con las pelotas de futbol soccer de Gabriel Orozco. Por razones de conservación hay obras que se rotarán. Por ejemplo, dentro de seis meses las de Rivera y Orozco serán sustituidas por el Museo Salinas, de Vicente Razo, y grabados del Taller de Gráfica Popular.

Museo expuesto: la colección de arte moderno de la UNAM 1950-1990, se puede visitar en el CCU Tlatelolco (Ricardo Flores Magón 1, Nonoalco-Tlatelolco.)