Domingo 5 de enero de 2014, p. 30
A gente como usted no le podemos vender
. Con esta frase velada, en alusión a la preferencia sexual del cliente, la empleada de una tienda de conveniencia le negó el servicio al activista Érick Fuentes, en un ejemplo de la homofobia que sigue vigente en México.
El afectado, director de vinculación del colectivo Agenda LGBT, lamentó que los organismos oficiales encargados de combatir la discriminación no sean capaces de actuar a menos que haya una agresión directa y señaló que este tipo de actitudes ocurren con mayor frecuencia en el sector privado, porque las empresas se sienten por encima de la ley
.
Hace unos meses, relató Fuentes en entrevista con La Jornada, acudió a comprar una bebida a una tienda que permanece abierta las 24 horas, ubicada en el Centro Histórico del DF.
Cuando trató de pagar, el precio del refresco estaba registrado en el sistema de forma errónea, por lo que el hombre comenzó a discutir con la cajera, quien trató de zanjar la situación diciéndole: A gente como usted no le podemos vender. Mejor váyase saliendo
.
El activista regresó al lugar acompañado de dos policías y logró que el encargado de la tienda saliera a disculparse, pero cuando trató de levantar una queja ante la Comisión para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la ciudad de México (Copred), se dio cuenta de los huecos legales que le impiden a una víctima acceder a la justicia.