Se brinda ayuda logística, pero está totalmente descartado el envío de tropas: John Kerry
Lunes 6 de enero de 2014, p. 18
Bagdad, 5 de enero.
Estados Unidos informó hoy que apoya logística y materialmente al ejército iraquí para recuperar las ciudades de Faluya –tomada el sábado por una organización vinculada a Al Qaeda– y Ramadi –parcialmente ocupada desde el miércoles pasado por la red armada musulmana–, pero descartó el retorno de tropas a Irak, que salieron del país en diciembre de 2011, después de casi nueve años de ocupación.
Les ayudaremos en su lucha, pero al final tendrán que ganarla y tengo la confianza en que tienen la capacidad de hacerlo
, afirmó el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, de visita en Jerusalén.
Irán –de mayoría musulmana chiíta– dijo también estar dispuesto a dotar a Irak de equipamiento militar y asesoría si lo solicita
Bagdad, acorde con el subjefe del estado mayor de las fuerzas armadas iraníes, Mohamed Hejazi.
La ocupación de Faluya, el viernes pasado, es el mayor desafío planteado al ejército iraquí desde que los estadunidenses capacitaron a sus tropas y progresivamente les transfirieron los cuarteles y puestos de control territorial.
Las fuerzas armadas iraquíes preparan una gran ofensiva
sobre las dos principales ciudades de la provincia de Al Anbar, donde el Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS), integrante de la red de combatientes musulmanes de Al Qaeda, estableció bases de operación en zonas remotas e incursionó en el conflicto sirio iniciado en 2011.
Con base en esa experiencia, los milicianos islámicos han regresado a Al Anbar, que según el gobierno del primer ministro iraquí, el chiíta Nuri Maliki, se convirtió en nido de Al Qaeda en el último año.
Este domingo, el ejército iraquí asedió posiciones de EIIS en Faluya y Ramadi, pero según Rashid Fleih, jefe del mando militar en Al Anbar, la tropa oficial necesita de dos a tres días para retomar las dos localidades, que en 2003 fueron el epicentro de la resistencia antiestadunidense y en 2006 fueron el escenario de una larga batalla que permitió a Estados Unidos consolidar la ocupación.
El saldo del asedio, que incluyó el bombardeo de puestos de EIIS, fue de por lo menos 22 soldados y 12 civiles muertos, según el gobierno de Al Anbar. No hubo reportes sobre la cifra de milicianos abatidos.
En Al Anbar, las lealtades están divididas en contra y en favor del ejército, toda vez que parte de la población –de mayoría musulmana sunita en la provincia, pero minoría en el resto de Irak– rechaza su presencia por considerar que únicamente sirve a los intereses del gobierno del chiíta Maliki, quien llegó al gobierno por la vía electoral en 2006, con el consentimiento de Estados Unidos.
Otro sector de los sunitas está aliado a los soldados para combatir a EIIS, que el viernes proclamó el Estado Islámico en Faluya.
De manera simultánea, presuntos militantes de EIIS detonaron dos coches bombas en el barrio Shaab, en Bagdad, y uno más en Ciudad Sadr, lo que provocó 20 muertos. Las dos localidades afectadas son chiítas.