Jueves 9 de enero de 2014, p. 3
Washington, 8 de enero.
La Estación Espacial Internacional (EEI) funcionará hasta 2024, cuatro años más de lo previsto hasta ahora, anunció la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Creo que es un anuncio formidable para nosotros aquí en el mundo de la central
, dijo William Gerstenmaier, administrador asociado para la exploración espacial tripulada de la agencia, en una conferencia de prensa.
La EEI, que ha costado unos cien mil millones de dólares y funciona desde hace 15 años, iba inicialmente a mantenerse abierta a los colaboradores globales hasta 2020. Un total de 16 países participan en la plataforma espacial, un centro de investigación locaizado en la órbita terrestre, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y varias naciones europeas.
La estación espacial, que tiene una longitud similar a una cancha de futbol (109 metros), incluye además de laboratorios científicos y espacios de residencia para la tripulación, un gimnasio, dos baños y acceso a Internet.
La ISS es el mayor laboratorio espacial construido hasta el momento, cuatro veces más grande que la estación espacial rusa Mir y cerca de cinco veces mayor que el Skylab estadunidense.
Un equipo de seis astronautas ocupa permanentemente la plataforma orbital, con rotaciones cada tres meses.
David Weaver, de la Oficina de Comunicaciones de la NASA, apuntó que esta es la segunda vez que la vida útil de la estación se prorroga durante la admnistración del presidente Barack Obama.
Gerstenmaier señaló que el equipamiento puede durar hasta 2028
.
Aplazan de nuevo misión a la central
En tanto, en Cabo Cañaveral, Orbital Sciences Corp. volvió a postergar su misión para enviar provisiones a la EEI, esta vez debido a una intensa tormenta solar.
Se suponía que el Antares, cohete no tripulado de la compañía, despegaría el miércoles desde la isla Wallops, en Virginia, con una cápsula llena de suministros y experimentos científicos, pero los funcionarios de la empresa pospusieron el despegue ante el temor de que la radiación solar arruinara la operación.
Antonio Elías, director técnico de la empresa, dijo que las partículas solares podrían intervenir con el equipo electrónico del cohete y provocar el fracaso del lanzamiento.