e acuerdo que me dio mucha pena la muerte de Ahumada, original caricaturista.

Me acuerdo que me pareció muy bueno el cartón que Hernández le dedicó a Ahumada.

Me acuerdo que sólo nos aventajan en el maltrato a las mujeres, India, Arabia saudita e Indonesia.

Me acuerdo que Francis Bacon decía: Cuando voy a la carnicería, siempre me sorprende no estar allí (colgado).

Me acuerdo que tengo que leer menos novelas policiacas y ver menos televisión.

Me acuerdo que no tolero los finales infelices, pero me gusta que haya muchos asesinatos.

Me acuerdo de una enfermedad incurable y placentera: Simenon, sólo me faltan de leer como 256 novelas.

Me acuerdo de una película de Alfred Hitchcok, Extraños en un tren, basada en la novela del mismo nombre de Patricia Highsmith, con guión de Raymond Chandler.

Me acuerdo de que ahora los cadáveres no tienen orejas ni estatura ni huellas digitales, son cuerpo sin delito.

Me acuerdo que las huellas digitales se están volviendo obsoletas.

Me acuerdo que el cuerpo del delito es siempre más evidente en las novelas policiacas.

Me acuerdo que tengo que leer Ellis Island, de Perec.

Me acuerdo que tengo que disciplinarme, tengo que viajar a Vietnam, tengo que, tengo que... consignas de otro Año Nuevo.

Me acuerdo que tengo que hacer mi cama, tengo que arreglar mi clóset, y mis papeles.

Me acuerdo que tuve que votar el 1° de julio.

Me acuerdo que hace más de 60 años voté por primera vez y que era la primera que en México votaban las mujeres.

Me acuerdo haber oído decir que las personas que no hacen su cama se deprimen más.

Me acuerdo que pongo los pies en el suelo: tengo que ir al mercado.

Me acuerdo que me pregunto cuando leo a Simenon ¿Habrán hecho su cama sus personajes?

Me acuerdo que vi en la televisión un reportaje sobre los efectos primarios y secundarios de la aspirina, es maravillosa y diabólica a la vez.

Me acuerdo que no sé si la depresión impide hacer la cama o no hacerla produce la depresión.

Me acuerdo que la aspirina es antinflamatoria, analgésica, anticancerígena, pero también causa de úlceras estomacales y hemorragias mortales.

Me acuerdo que leí acerca de un casamiento musulmán masivo: cuatrocientos cincuenta novios se casan con niñas menores de 10 años en Gaza.

Me acuerdo que Ripley decía que Esopo no escribió Las Fábulas de Esopo.

Me acuerdo que Ripley cuenta que un rayo cayó sobre unas ovejas: mató sólo a las negras y todas las blancas sobrevivieron.

Me acuerdo que no sé si basta que haya un crimen para determinar si una novela es policiaca.

Me acuerdo de La carta robada, de Edgar Allan Poe.

Me acuerdo que tuitear es un placer sensual si se tuitea en lugar de fumar.

Me acuerdo de un retuiteo sin lluvia.

Me acuerdo que me estoy volviendo una lectora voraz de policiacas, ya casi es lo único que me apetece.

Me acuerdo que dice Pablo de Santis que no sé quién es, aunque lo puedo buscar en Google, que las novelas policiacas son todo los que aún nos queda de la mística.

Me acuerdo que también Julia Kristeva tiene novelas policiacas, de corte estructuralista.

Me acuerdo que la corrupción subyacente al orden oficial es la pregunta fundadora de la novela negra.

Me acuerdo que he pensado que Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov, Rojo y negro, Pedro Páramo, El desfile del amor y El extranjero, son novelas policiacas.

Me acuerdo que no sé porque dicen que abril es el mes más cruel.

Me acuerdo de Marilyn Monroe y de los caballeros que las prefieren rubias.

Me acuerdo de que la corrección política en el lenguaje nos exige excluir del idioma las palabras demente y loco y substituirlas por discapacitado sicosocial.

Me acuerdo que en el nuevo lenguaje políticamente correcto los gordos son gente con pesos diferentes.

Me acuerdo que el Papa y los cardenales lavan pies en Semana santa, y que hay un barrio en Madrid que se llama Lavapiés.

Me acuerdo que por eso me gusta tuitear, porque se puede pasar de un tema a otro sin pestañear, como en esta serie de nomeacuerdos.

Me acuerdo que me está fallando la inspiración.

Twitter: @margo_glantz