La conexión entre la música, las letras y el mundo escénico es el eje que marcará el destino artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) en el transcurso de 2014.

Lo anterior a partir de las conmemoraciones que realizará como parte de su programación general, entre las que se encuentran el 150 aniversario de Richard Strauss, los tres siglos del nacimiento de Christoph Willibald Gluck, los 350 años del natalicio de William Shakespeare y el centenario de Octavio Paz. Así lo precisó este jueves, José Areán, director artístico de la agrupación, que este fin de semana arrancará el primer segmento de su temporada anual tras el periodo vacacional decembrino, en su sede, la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

El programa inaugural consta de la Obertura Coriolano, obra de Ludwig van Beethoven basada en la tragedia shakesperiana de título homónimo; el poema sinfónico Así hablaba Zaratustra, de Richard Strauss, y una selección de la ópera Orfeo y Eurídice, de Christoph Willibald Gluck, que incluye la obertura y tres arias, y en cuya interpretación participará la mezzosoprano Carla López-Speziale como solista. La dirección estará a cargo del propio Areán.

Además de puntualizar las líneas generales de la programación para este primer ciclo de año, el cual estará integrado por 14 programas y un total de 28 conciertos, el director artístico de la OFCM esbozó en conferencia de prensa una especie de balance de la actividad de la orquesta durante el año pasado.

En particular, hizo hincapié en las numerosas presentaciones que la agrupación realizó fuera de su sede, con lo que se acercó a nuevos públicos. Así, mencionó las dos actuaciones en el Palacio de Bellas Artes, las del FMX Festival de México en el Centro y el Festival de Morelia, la Feria Internacional del Libro de Minería, así como los conciertos realizados en las delegaciones Tláhuac y Milpa Alta.

Mencionó asimismo los cinco programas en los que interpretaron La consagración de la primavera, para festejar el centenario de esta obra de Igor Stravinsky, y en los que lo mismo interactuaron con el grupo de danza Delfos que con proyectos de artistas visuales.

Otros puntos subrayados fueron el del estreno mundial de dos obras, una de ellas encargadas ex profeso para la agrupación; la visita exhaustiva que se hizo del repertorio mexicano, tanto del contemporáneo como del periodo nacionalista, y los conciertos ofrecidos al público infantil.

José Areán aseguró que las presentaciones extramuros, el énfasis hacia el público infantil, la integración del repertorio mexicano y la comisión de obra forman parte del plan de trabajo de la filarmónica capitalina para este año.

Tras precisar que el presupuesto de la OFCM para 2014 será por lo menos similar al de 2013, de 9 millones de pesos, el músico anunció que a partir de este nuevo ciclo se retomarán algunas prácticas que estaban ya en desuso, como son conferencias previas a los conciertos.

Estas pláticas serán impartidas por diferentes especialistas y comenzarán desde este primer programa de 2014, aunque en principio serán únicamente los sábados, una hora antes del comienzo de los conciertos. Es decir, a las 17 horas.

La idea de esta iniciativa es fomentar mayor contacto e intercambio con el público, además de proporcionarle más elementos para la apreciación del programa musical en turno.

Esto se suma al esfuerzo hecho por la orquesta desde el año pasado con su presencia en las redes sociales, como Facebook y Twitter, además de que este año contará con una nueva página en Internet.

De los ejes de la temporada, José Areán destacó la figura de Richard Strauss como el compositor más importante del romanticismo tardío, merced a la transformación radical que hizo del poema sinfónico y sus aportaciones al ámbito de la ópera, cuyos títulos se caracterizan por ser una derivación muy compleja entre Wagner y Mozart.

A Christoph Willibald Gluck lo definió como alguien que en su momento revolucionó las ideas de la ópera y lo situó como un gozne entre el barroco y el clasicismo, en lo que respecta a ese género.

De William Shakespeare y Octavio Paz, por último, apuntó que son cuantiosas las obras musicales inspiradas en sus respectivos trabajos literarios, en particular en lo que concierne al autor inglés.