Viernes 10 de enero de 2014, p. 25
Atotonilco de Tula, Hgo., 9 de enero.
En 2013, las emisiones de empresas cementeras asentadas en esta región provocaron al menos 60 fallecimientos por silicosis pulmonar, aseguró Martha Monterrubio, ambientalista y regidora perredista de esa demarcación.
Dijo que pese a contar con los estudios de los casos, organismos del sector salud, entre ellos el Instituto Mexicano del Seguro Social, se niegan a reconocer la gravedad del problema, al que se suman muertes por cáncer de hígado, pulmón, testículos y estómago, así como a enfermedades faríngeas.
Agregó que estos padecimientos se deben a que las plantas queman en sus hornos todo tipo de basura industrial y dispersan polvos de la piedra caliza que usan en la fabricación de cemento.
Monterrubio hizo esta denuncia durante una reunión en la que el Frente contra la Incineración de la Industria Cementera en México y el Movimiento Indígena de Santiago de Anaya e Vive y se Defiende pactaron una alianza para luchar, dentro y fuera del país, contra la contaminación que producen las cementeras en el estado.
Ambos movimientos, con presencia en Santiago de Anaya y Atotonilco de Tula, anunciaron una lucha encaminada a hacer que las autoridades ambientales federales y estatales obliguen a las principales consorcios cementeros, incluido Holcim-Apasco, instalado en el municipio mexiquense de Apasco, cercano de Tula, a cumplir las leyes y protocolos ecológicos.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, en Hidalgo hay unas 45 productoras de cemento, cal, cantera, arcilla, caolín, bentonita y mármol; la mayoría están en los municipios de Atotonilco de Tula, Huichapan, Santiago de Anaya, Tula, Tepeji del Río, Tizayuca, Tulancingo y Zimapán. Entre ellas Destacan Cementos Fortaleza, Cemex, Sociedad Cooperativa Cruz Azul, Cementos Lafarge, Caleras Beltrán y Productora de Cal.