Sábado 11 de enero de 2014, p. 15
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ayer una campaña de “odio y racismo” de los venezolanos que viven en el extranjero, que se vale de los problemas de criminalidad –como el reciente asesinato de la ex reina de belleza Mónica Spear y su ex marido– para desprestigiar el país y “destruir la patria”. El mandatario se dijo “indignado” y preguntó: “¿Qué país no tiene problemas?” Además, llamó a “construir el socialismo en paz”. Mientras tanto, cientos de admiradores y artistas asistieron a un cementerio en Caracas para despedir a Spear y su ex esposo, el británico Thomas Henry Berry, quienes fueron ultimados a tiros por resistirse a un asalto la noche del lunes pasado en una autopista venezolana.