Con montones de tierra, hoyos y zanjas por doquier lucen las calles de la colonia Toriello Guerra, ubicada en la delegación Tlalpan, debido a los trabajos que realiza el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para la sustitución de la red hidráulica desde octubre del año, lo que ha ocasionado el corte del suministro del líquido a todas horas y durante días, así como constantes remolinos de polvo.

Lo anterior generó la inconformidad de colonos y comerciantes, quienes se quejan que los trabajos se han hecho mal y sin planeación. Esto parece un campo minado; hicieron boquetes por todos lados, y en las calles donde habían terminado volvieron a abrir, porque se han estado registrando fugas, refirió Andrea, vecina del lugar.

Durante un recorrido por la zona se pudo constatar que pocos son los empleados que laboran en el tendido y reparación de la red, pero varios son los frentes de trabajo abiertos, en los que no hay ningún señalamiento, lo que ya ocasionó que una joven cayera a una zanja.

A unos pasos de una fuga de agua, en el cruce de Luis G. Inclán y Chimalcóyotl, un par de trabajadores abren una zanja; a dos cuadras, sobre Peña Pobre, hay otros dos boquetes en diferentes puntos, mientras la calle de Zacatepec se encuentra cerrada al tránsito vehicular.

En total, suman 14 las calles que han sido intervenidas y han quedado prácticamente inservibles para el tránsito vehícular, pues además de las zanjas paralelas a las vialidades también se realizan otras de manera horizontal hacia las tomas domiciliarias, que aún no han sido asfaltadas.

Los habitantes de la colonia Toriello Guerra, en la delegación Tlalpan, llevan meses conviviendo entre zanjas y tierraFoto Roberto García Ortiz

En los negocios se han colocado cortinas de plástico y los vehículos estacionados lucen como si estuvieran abandonados ante la capa de polvo que los cubre.

La dirección general de Obras y Desarrollo notificó a la comunidad, por medio de volantes, que se llevarían a cabo trabajos de sustitución de la red de agua potable, y que concluirían el 31 de diciembre del año pasado, pero a decir de los vecinos no tienen para cuándo acabar.

Carmen, residente de la colonia, aseguró que ya son dos compañías las que han sido contratadas para realizar las obras. La primera hizo puras porquerías, y la segunda se está volviendo loca arreglando los desperfectos, expresó, al señalar que además de las molestias causadas por las zanjas y las tolvaneras, el corte del suministro de agua es una constante.

Todos los vecinos estamos de acuerdo en que los trabajos son necesarios, pero lo que nos molesta es que no los hayan planeado bien, tienen todas las calles de la colonia abiertas, recriminó, a su vez, la dueña de una miscelánea.