Tensión prelectoral
penas comenzó el año y los políticos guerrerenses se han desatado en un intento por posicionarse en el ánimo de los ciudadanos para los cargos que estarán en juego en 2015, desde la gubernatura hasta el Congreso local y las presidencias municipales y regidurías.
Desde diciembre algunos hicieron colocar su imagen y las de sus familias en las partes traseras de los camiones urbanos, con asuntos tan poco verosímiles como una postal navideña o un mensaje de año nuevo. Otros han hecho reuniones. Adelantados, los hay de todos los partidos:
Los que buscan postularse por el PRI son Cuauhtémoc Salgado, dirigente estatal del tricolor, que dice contar con el respaldo del presidente Enrique Peña Nieto; Manuel Añorve Baños, vicecoordinador de la bancada priísta, quien no ha ocultado su interés por buscar de nuevo la candidatura; Héctor Astudillo, diputado local y ex candidato a gobernador, y el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos. A todos se les ve muy activos.
Por el PRD destacan los senadores Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández; el secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, aunque a este último se le ubica como posible contendiente por el Movimiento Regeneración Nacional, al que no se ha afiliado pero mantiene cercanía con Andrés Manuel López Obrador. Las encuestas también mencionan al ex edil de Acapulco, Félix Salgado Macedonio.
Mientras, el Instituto Electoral del Estado, que supervisará el proceso electoral, está amarrado de manos para meter orden, pues para aplicar alguna sanción requiere que haya denuncia, y no la hay.
La contienda electoral, sin embargo, habrá de verse impactada por fenómenos colaterales: la presencia del narcotráfico en Tierra Caliente, donde las bandas delictivas prácticamente tienen el control, y la violencia inacabable en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo; las autodefensas armadas en la Costa Chica, y un ambiente de tensión por el asesinato de dirigentes sociales. Empezó la carrera, pues, y el camino, aunque corto, estará lleno de sorpresas.