Para el homenaje con fecha aún por confirmar que se rendirá al poeta Juan Gelman (1930-2014), recientemente fallecido, se considerará lo que la familia disponga, así como lo que amigos y poetas digan o aporten, comentó ayer el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, quien presentó sus condolencias a los familiares en la funeraria donde fue velado el escritor.

En la sala pequeña e íntima, donde descansaban los restos de Gelman, poco antes del arribo de Mara, su viuda, así como de su nieta Macarena y su familia, a las 11 horas, predominaba el silencio y la palabra escrita. Rodeaban el féretro de madera café del poeta los mensajes de duelo, los agradecimientos por su obra, su ejemplo y su existencia.

Sobre el vidrio del ataúd, abierto, reposaban una flor blanca, un pañuelo negro y un breve escrito de la organización Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), varios mensajes en hojas arrancadas de improviso, un libro de poesía manuscrito en su portada, dedicados a Juan, Juanito.

Estos fueron algunos elementos que cobijaron la despedida al poeta querido, al militante leal, de mirada alegre, a quien eligió a México como patria. También, las ofrendas florales firmadas por la familia Pasternac Carrera, Zaffaroni, la embajada de España y el Instituto Nacional de Bellas Artes, entre otros nombres e instituciones.

El lugar que atestiguó el último adiós al autor de Gotán, tiene paredes claras, ventanas altas cubiertas con cortinas color marrón y una iluminación tenue, de vez en vez permite el sonido del trajín de la calle, que describió y amó el poeta en sus libros.

Una veintena de páginas, en el volumen de condolencias, fueron escritas en un tono fraternal y amoroso, que reflejaban admiración, tristeza y cariño. Gracias, Juan se lee en muchos de los textos que honran al poeta.

De acuerdo con Tovar y de Teresa, en fecha próxima se llevará a cabo un reconocimiento a su vida y obra, en Bellas Artes o donde la familia decida.

Los familiares, dijo el funcionario, le comentaron que el homenaje hay que platicarlo también con los amigos y los poetas, por lo que aún no se sabe cómo y dónde se realizará.

Respecto de que el gobierno argentino haya decretado tres días de duelo, Tovar y de Teresa consideró que cada país tiene sus protocolos, y en el caso de Gelman, pensamos que el mejor modo de recordarlo es publicando su obra.

Eso será una de las cosas, añadió, que se propondrán para el homenaje. Hacer un acto que difunda el gran significado que él tiene como poeta en las letras de lengua española.

Juan Gelman falleció el 14 de enero a los 83 añosFoto Xinhua

Su fallecimiento es una enorme pena para nuestro idioma y la poesía del siglo XX, dijo el titular del Conaculta. “Gelman fue un hombre que luchó por la libertad, que tuvo dolores muy profundos y que supo expresar con la palabra algunos de los aspectos más intensos de la condición humana. Siempre llevó a México en su alma, como expresó en algún poema, frente a situaciones históricas desafortunadas de su país natal.

Sin embargo, poco a poco fue encontrando la paz y la armonía interna, después del dolor familiar que sufrió, en los años de la dictadura en Argentina.

Ayer, entre quienes acudieron a ofrecer sus condolencias, se encontraba el antropólogo y sociólogo Néstor García Canclini, quien reconoció que si bien existen muchos y muy buenos poetas en castellano, pocos son los que han reinventado el lenguaje como él.

Lo reinventó, abundó, para hablar de los amoroso y lo más doliente, y para buscar complicidades en distintas culturas. Eso, me parece, es una de las razones por las que usó seudónimos o heterónimos. García Canclini destacó igual la importancia y enorme significado de su palabra en el ámbito político y social, más allá de un discurso convencional.

Junto con las madres y las abuelas argentinas de Plaza de Mayo, junto con distintas organizaciones de derechos humanos, junto con los varios museos argentinos sobre la memoria, Juan Gelman contribuyó, no sólo, a que no olvidemos lo que ocurrió en distintos momentos de la represión de la dictadura, incluso antes de la misma, sino también a que sigamos hablando y pidiendo justicia para todo lo que aún no ha sido procesado. La persistencia de Juan por esclarecer su historia familiar es un ejemplo de lucha por los derechos humanos.

El también poeta y editor Eduardo Hurtado comentó que con la muerte de Gelman, muere un gran poeta, autor del magnífico poema Carta a la madre. “Se piensa, por su destacada trayectoria como luchador social, que su poesía está marcada por la rabia, que quizá podría estarlo, pero para mí –destacó Hurtado–, el sello fundamental de su poesía es la ternura y el amor, tanto así, que creó un verbo para hablar del amor: amorar”.

El jueves, alrededor de las 13 horas, su cuerpo fue cremado y sus cenizas, por el momento serán conservadas por su esposa Mara Lamadrid.